Tentaciones

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Perrie estaba roja de vergüenza, no sabía donde meterse.

Rápido se levantó subió sus pantalones y los abrocho. Fué apresurada a la cocina donde Jade estaba tomando agua, frente a la ventana, un poco inclinada. Se le veía dubitativa.

Perrie no encontraba las palabras para disculparse? De que? Bien, su fantasía era ella pero no tiene porque saber. No sabia por que debia disculparse pero sentia que debía.

Se quedó meditando un lapso, miraba el trasero de Jade, redondo y paradito bajo ese chiqui-short frente a ella. Que no pudiera hacer ella ahí?. Regreso a tierra cuando escucho carraspear. Tenia a Jade de frente.

— ja-jade y-yo, ufh yo lo siento, de verdad disculpame por lo que presenciaste— la miraba nerviosa, frotándose con la palma el cuello.

Jade negaba con una expresión molesta — anda, por favor no le vayas a decir a nadie, ni a tu mamá, !!dios tu mamá!! Por favor no digas nada Jade, fuí una idiota, como hacer eso sabiendo que hay una niñita aquí?— jade frunció el ceño, no le gusto eso de "una niñita".

Avanzó a paso decidido hacia Perrie, puso su mano en su hombro — no pasa nada Pezz, no es como si no hubiera visto un pene antes— dijó restándole importancia, mientras con su pequeña mano acariciaba su cuello.

Perrie para salir de la situación dijo lo primero que se le ocurrió — aha jajaja seguro— dijo sarcástica

Jade la observó molesta, pero se recompuso — si, no lo dudes cariño — arrastró su mano sobre su torso y la bajo rápidamente al zipper de su pantalón y ahuecó su miembro a traves de la tela. Perrie estaba alucinando, casi se dejaba llevar por el impulso.

Recordó que era solo una niña y podría meterse en problemas. Tomó con toda la determinación del mundo su mano y la aparto — no Jade, no hagas algo que no puedas controlar y te arrepientas— Jade apartó su brazo del agarre de Perrie

Estuvo a punto de contestar pero en eso Cait irrumpió en la cocina. — Jade?, ah, perrie. Jade las chicas no tardan en llegar, vamos a preparar una aperitivo para cuando lleguen.

Jade asintió y se acerco a Caitlyn. Perrie salió de la cocina toda nerviosa. Subió corriendo las escaleras entró a su cuarto y asoto la puerta. Esé fin seria un infierno.

10:00 p.m.

Perrie salió de su habitación a buscar que comer, pensó que las chicas ya estarían en su habitación. Error. había otras dos chicas junto a su hermana y Jade cenando pizza.

— hola—, levantó una mano.
— hola Perrie— Jesy corrió y la abrazo. Jade la miró casí molesta.

— hola Jesy. Que grandota estas— le sonrió

— Perrie, ella es Leigh. También nuestra amiga— señaló Cait.

La chica de los hermosos risos, saludo a Perrie de beso en la mejilla. La miraba con una sonrisa pícara. Jade la notó, decidió hablar.

—Chicas que tal si subimos, para seguir platicando?— habló tan autoritaria como su madre. Perrie no sabía si reírse por la actitud de la chica o calentarse por lo mandona que sonó.

— si vamos— contestó Cait, siempre tan complaciente con ella.

Todas subieron y Perrie se quedó abajo comiendo lo que dejaron de pizza.

Eran casi las doce cuando Perrie estaba sedienta, sentía su garganta seca. Se levantó de su cama, se puso unas sandalias y bajó solo en boxer y un top a la cocina, llegó se sirvió y se paro frente a la ventana bebiendo el agua.

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