Mi nombre es..... Creo que no importa mucho en este momento, aunque si quieren saberlo es lee howon, ¿me conoces? Soy el dance machine de infinite o más bien lo era, fui alabado por mi baile y creí que eso me hacía feliz hasta este momento, ¿por que?, la respuesta es muy sencilla, acabo de perder al amor de mi vida por una estúpida decisión que tome, pensé que el me apoyaría y ambos seríamos felices pero la realidad fue otra, el ni estaba desacuerdo con esto.Y es así como ahora estoy aquí, sentando solitario en este gran sofá que tiene impregnado en totalidad su aroma, ese extraño y único aroma de su piel convinado con el perfume que usaba a diario.
Sigo sentado en el mismo sofá donde tan sólo unos días antes estábamos demostradonos físicamente nuestro amor, el único testigo de nuestros encuentros románticos y nuestras largas charlas sobre tener pequeños dinosaurio corriendo por la casa, una idea loca lo admito pero queríamos una familia, el siempre quiso cinco hijos, una familia grande a la cual cuidar y amar, yo lo amaba a el por eso iba a buscar todas las opciones posibles para dársela, pero ahora este apartamento se sentía tan frío y triste, incluso se veía sin color, era como ver una de esas viejas películas en blanco y negro, así de ese mismo modo estaba mi mundo sin mi amado.
-Dongwoo-
El sonido de su nombre salio como un susurro de mis labios por milésima vez, sabía que el no volvería, yo estaba consciente de eso, pero había momentos en que juraba que la puerta estaba a punto de abrirse y el entraría a casa de nuevo mientras hacia todo el ruido posible para llamar mi atención, ese hiperactividad dinosaurio no sabia lo que significaba la palabra silencio.
Pero la realidad era otra, al menos mi realidad, la vida era tan cruel que para lograr mi más grande sueño debía dejarlo a el a un lado, y ahora estaba arrepintiendome de lo que había hecho pero no había marcha atrás, ahora ya no.
Aun recuerdo esa última pelea que tuvimos, sus ojos llenos de decepción y la forma en que mordía esos gruesos labios mientras me pedía que no me fuera, que siguiera a su lado y que juntos lograríamos nuestros sueños, fui un idiota egoísta que no pude más y lo deje de lado, me sentía estancado en ese lugar, las promociones del álbum se retrasaban, tenía muchas ofertas de trabajo, el nuevo mundo que se había abierto para mi era tan hermoso que acepte irme y avanzar aun sin dongwoo.
- me equivoque, ¿verdad?-
Quien me viera pensaría que estaba loco, hablándole a una foto de dongwoo, la foto de nuestro primer aniversario de novios donde el sonreía felizmente mientras yo lo abrazaba por la espalda.
Ahora solo susurraba con pesar mientras me recostada en el sofá, seguía mirando su foto una y otra vez, deseando verlo sonreír, me sentía un idiota por hacerlo llorar, por borrar esa bella sonrisa de sus labios.
Habían pasado varias horas, en las que yo intente con todas mis fuerzas dormir un poco, llevaba más de una semana sin hacerlo, y por fin aunque sólo fuera por tres horas logre dormir, incluso pude soñar algo, o más bien recordar, estaba volviendo a vivir el día en que nos conocimos, ese maravilloso día en el que yo no sabía que conocería al amor de mi vida.
Aun lo recuerdo como si hubiera sido hace unos segundos, estaba algo perdido en la nueva ciudad, había escapado de casa para lograr mi sueño de ser ídol y pase una de las audiciones, una de diez a las que había ido, estaba emocionado ya que era el principio de mi sueño esta vez nadie me detendría, aunque ahora tenia otro pequeño problema, me había perdido, no encontraba la empresa a la que debía ir o más bien el salón de ensayos donde me presentarían a los chicos con los que tendría que trabajar para que nuestro grupo debutará, estaba cayendo en la desesperación, estaba tan concentrado en tratar de ubicarme que no note a un chico correr hacia la misma dirección que yo estaba, y cuando entro en mi rango de visión ya era muy tarde, yo estaba en el piso y el chico trataba de disculparse una y otra vez, preguntándome si no estaba lastimando.
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yo también te amo
RandomEn la vida sola mente hay un primer amor, uno único que hace que nuestro corazón comience a latir de manera distinta y para lee howon, esa persona era su amado dino y lo sería para toda su vida.