13.- "Encuentros inesperados".

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José Miguel llevaba una semana cansada en exceso. No tenía descanso alguno & cuando tenía la oportunidad de descansar un poco lo utilizaba para reafirmar que los informes de cuentas quedarán con exactitud & no contener algún error. Su situación económica estaba en picada & no era momento para perder su empleo.
Alonso también buscaba la manera de mantenerse estable & ahora doblaba turno en el instituto donde trabajaba.
Lo único que les pesaba, era no poder estar o compartir momentos con Santiago, ahora sólo lo veían por la mañana, cuando lo llevaban al preescolar & por la noche, justo antes de que el pequeño fuera a dormir.
No estaba solito, su abuela, Mariana se hacía cargo de él & lo cuidaba con su vida.

Cierto día por la tarde, José terminó sus labores & su jefe le permitió la salida unas horas antes.
Antes de que el personaje regordete se retractara & le pidiera ayuda en más cosas, salió corriendo como alma que lleva el diablo.

Llamó a su madre para avisarle que llegaría temprano a casa & quiso hacer lo mismo con Alonso pero este no atendió la llamada & lo único que le vino a la mente fue "Mi esposo está luchando para mantenernos bien". & se lo agradeció mentalmente, ya se lo diría en persona después.

Llegó a casa & fue bien recibido por su mamá, con un cálido abrazo de su parte & de su pequeño, también fue recibido con un tazón de comida casera, recién hecha por Mariana.

Cuando la señora Rivera dejó todo en orden & a su nieto en "buenas manos" (Todavía les daba miedo que Jos se convirtiera en un niño pequeño & destruyera todo junto a Santiago) se fue, no sin antes prometer que volvería al siguiente día.

Pasados los minutos el timbre de casa sonó, Jos dudó en abrir pero terminó por ir hasta la puerta & abriendo sin preguntar pues creyó que si madre había olvidado algo.

—Buenas tardes, Miguel —. Saludó el hombre que yacía postrado frente a la puerta de entrada.
Cuando José lo vió, quiso echarlo a patadas inmediatamente, cerró sus manos formando puños & frunció el ceño.

—¿Qué haces aquí? —. Escupió la pregunta con odio puro.

—Alguien me dijo que aquí podía encontrarte —. Vaciló un poco & sonrió socarrón.

—Te pido por favor que te retires —. Estaba tratando de ser amable, sabía que Santiago estaba por ahí & no merecía escuchar una discusión de tal magnitud.

—No —. Alargó la o mientras intentaba dar un pasó más acto que fue bloqueado por Jos. No le permitirá entrar a su hogar. —Quiero saber como haz estado, la última vez que nos vimos tú tenías ideas retorcidas en tu cabeza, dime, ¿Ya te curaste? ¿Dejaste a Villalpando, te enderezaste & encontraste a una mujer bonita para formas una familia? —. Preguntó mientras alzaba una ceja.

—Vete de aquí, no tengo por qué darte explicaciones de lo que haga o no. Vete

—Claro que tienes que dármelas, hijo —. Declaró con superioridad.

Justo en ese momento Santiago salió & fue visto por el extraño de la puerta.

—Papi — Jaló el pantalón de Jos llamando su atención & este volteó rápidamente. —¿Quien es ese señor? Me asusta mucho.

—Soy tu abuelo —. Sonrió extendiéndole los brazos. Gracias a Dios, Santiago se negó & se escondió detrás de su papá.

—Su único abuelo es Martín Villalpando —. Compartió Jos, demostrándole que jamás había dejado a Alonso & ahora eran una familia feliz.
—Santi, anda a tu habitación, por favor —. El niño obedeció & corriendo huyó de ahí.

—Es una lástima que ese niño esté siendo "criado" —. Utilizó sus dedos como comillas —Por un par de enfermos —. Jos ni siquiera dejó que terminara la estupidez que estaba diciendo, cuando lo empujó con fuerza & cerró la puerta, dejándolo afuera, tumbado en la entrada de su vivienda.

Nadie jamás iba a irrumpir de esa forma en su hogar.

Alonso llegó una hora después, & se encontró a su esposo abrazado a un cojín, con la mirada perdida & el semblante triste.
Dejó sus cosas de lado, se acercó con lentitud hasta Jos, le quitó el cojín con sutileza & lo sustituyó con él.
Se sentó en su regazo & lo abrazó con fuerza mientras.
No fue necesario el uso de palabras pues José se sintió consolado.

Villalpando no se percató en qué momento lo escuchó sollozar, no hizo comentario alguno & simplemente lo apretó más a él.

José Miguel trató de tranquilizarse & limpiar las lágrimas que había dejado escapar antes de hablar con tristeza —Nunca me permitas ser así, por favor —. El menor no entendía de que le hablaba pero asintió con fuerza —Santiago & tú se merecen todo en este mundo —. Sollozó. —No permitiré que vuelva a hablar así de ustedes. Son mi familia, son lo más preciado para mi.
Alonso, nunca dudes del amor que te tengo —. Prácticamente le rogó lo último.

Sabía que no era la ocasión para pedir una explicación clara pero cada vez entendía menos de lo que Jos estaba hablando. Así que -aun sin separarse- le habló quedito & preguntó qué estaba pasando.

—Mi padre, ni siquiera tengo por qué llamarlo así, —. Negó con la cabeza — El señor Fernando Canela, no merece ser mencionado todo lo demás pero asustó a Santiago —. Cuando escuchó el nombre de su hijo se alertó pues en todo este rato no lo vio andar por ahí, se iba a poner histérico pero Jos lo detuvo informándole que se encontraba en su habitación durmiendo, después se puso a alegar que no quería ser como ese señor, que no quería ser un mal ejemplo para su familia & Alonso lo calló con con un discurso completo de lo genial que era como padre & esposo.

—Te amo demasiado, ya no llores corazón, & vamos a dormir —. Antes de levantarse del regazo de Miguel, le plantó un pequeño beso en la mejilla & lo tomó de la mano para ir a dormir juntos.

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Holaaa! Lamento tardarme los años en subir algo pero así es la vida.

Bueno, solamente dejaba esto para agradecerle a AguacateDeJos por la ayuda & el apoyo para terminar el capítulo, te amo mucho💜.

Morrxs no sean culos & síganme en Instagram): estoy como LauuSwagger & lo cree para subir cosillas de Wattpad👀.

& ya, eso, gracias por leer!!

¡Jos! |Jalonso|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora