9.- "Peter Pan & la dulce inocencia de un niño".

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Santi no dejaba de mirar con atención a Bryan, quien vestía un traje de Peter Pan. Scherezade (Sí, nombre salido de la famosa recopilación de cuentos tradicionales del Oriente Medio) estaba a su lado, vestida de Tinkerbell.
Alfredo & él estaban frente a ellos siendo el público de esa tan improvisada obra.

A lo amigos de José les gustaba cuidar de Santiago, ya que les ayudaba con su práctica de padres. Estaba en sus planes adoptar nuevamente & que mejor que ir practicando.

Mouque alzó en brazos a su pequeña, haciendo que "volara" (según la niña) obteniendo aplausos & risas por quienes hacían de público.

La noche siguió entre intentos de obras teatrales improvisadas, galletas horneadas por los cuatro & risas.
A decir verdad, Santiago agradecía la amistad que sus papás tenían con los papás de Scherezade & no podía estar más contento con tenerlos de vuelta en su vida.

Pasadas las horas & el "campamento de cojines" montado en la sala de estar, Santi se acercó con su "tío" Freddy, jalándolo del pantalón de pijama, captando por completo su atención.

—Tío favorito —. & sí, Freddy había pedido, con mucha insistencia que lo llamara así. Bryan volteó a ver a su amado compañero de vida, fulminadolo con la mirada & negando con la cabeza. Le mostró la lengua, tal cual un niño pequeño & siguió con el deber de escuchar a su sobrino.
—¿Podemos llamar a mis papis? Quiero darles las buenas noches —. Sonrío con dulzura, haciendo que rápidamente Alfredo buscara su celular & llamara a José.
Esperó mientras escuchaba el timbre a través de la bocina de su móvil.
Esperó & esperó hasta que lo mandó directo a buzón.

—No responden —. Le informó al niño, desilusionadolo tan sólo un poco.

—Están dormidos —. Más que una afirmación salió como una pregunta.

Bryan contuvo su risa & volteó a ver al castaño. Sabían claramente que lo menos que harían ese fin de semana sería dormir. Lo miró con gracia & una pizca de morbosidad antes de responderle a su pequeño invitado.

—Sí, claro, seguramente están durmiendo—. Bryan despeinó sin ningún cuidado el cabello castaño & le sonrió.
Le resultaba magnífico ver cómo un alma podía ser tan inocente & pura, estaba claro que le daba bastante temor saber que en cualquier momento tendría que crecer & no sólo temía por Santiago, sino también (& un poco más) por su hija. Le daba pesar pero el no podía hacer nada, prácticamente era imposible & no le quedaba más que resignarse.

(...)

Así pasó el fin de semana tocaba volver a los días comunes, llevar a los niños al preescolar & ellos, como adultos responsables tendrían que ir a conseguir el pan de cada día.

Inicio de semana & Jos ya estaba rogando porque Santiago no hiciera nada malo que se pudiera justificar con algo como "El tío Freddy & tú dijeron que debía hacerlo", por qué claro, a Alfredo se le había ocurrido la grandiosa idea de decirle que tenía un consejo para él & que ese consejo les había salvado en muchas ocasiones.
Freddy le había dicho " Si alguien te molesta, o te golpea, levántate & golpéalo más fuerte". Pudiendo decirle que buscara ayuda con alguna de sus profesoras o algo, decidió darle ese consejo.
& Jos lo sabía por qué Santi en cuanto pisó la casa (& esperó a que  Alonso estuviera distraído) se lo dijo.

Como siempre, lo dejó en el preescolar despidiéndose de él con un pequeño beso en la frente & un "Por favor, no hagas nada malo", & esperaba de todo corazón que siguiera esas palabras & no las de Alfredo.

(...)

Como era de imaginarse, su teléfono celular no paró de sonar en su trabajo.
A veces agradecía que le llamaran a él & no a su esposo porque si le llamaban al pelirrojo sabía de antemano que se pondría histérico & no podría dejar la clase a la mitad.

Respondió a la llamada, donde claramente recibió un regañó poco amistoso de parte de la profesora. Dejo todo lo que estaba haciendo (que en realidad era poco), habló con su jefa que sin problemas lo dejó salir & emprendió su rumbo hacia la escuela.

Eso de llegar al instituto & ser recibido con malas caras & gritos ya comenzaba a hacérsele una mala costumbre. Pero Santiago era tan inocente, tan influenciable & no podía simplemente llegar & arrebatarle eso que tanto lo caracterizaba.

Esa tarde recibió quejas, regaños & advertencias por parte de todas las señoras que vivían echando el chisme entre ellas. Pero nada de eso le importó, sacó su lado "Padre-sobre protector-&-diva" & se marchó de ahí de la mano de su pequeño bebé.

Cuando Alonso llegó a casa, no tardó en enterarse de lo ocurrió & ninguno de sus dos hombres se salvó de un "pequeño regaño" & cuando escuchó un "Es que el tío Fredongas me dijo que hacer" no tardó en llamarlo & decirle & expresarle todo el enojo que tenía en ese momento & tampoco Bryan se salvó. Alonso lo culpó a él también por permitir que su esposo compartiera esos consejos con su hijo.

& así fue como cada uno de ellos se llevó un peculiar gritito de Alonso, está vez no sólo fue un "¡Jos!" & eso por alguna razón hizo un poquito más feliz a José.

¡Jos! |Jalonso|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora