11.- "¡Vacaciones familiares!"

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—¿Está todo listo? —. Preguntaba repetidas veces Alonso, empezaba a sacar de quicio a Jos.

—Si Alonso, sí —. Terminó por decir.

Era muy temprano, ni siquiera había salido el sol & Alonso ya iba de aquí para allá una & otra vez. No quería olvidar nada, pero frustraba a su esposo, & ni hablar del pequeño, que este también estaba corriendo de un lado a otro & Jos, bueno, el sólo quería dormir. Estaba más que seguro que era demasiado temprano, pero de el no dependía la hora de salida, sino de Alan, quien con su novia & su hija, pasarían por ellos en cualquier momento.

—¡Llegaron! ¡Llegaron! ¡Están aquí! —. Santi gritaba con emoción.

Fue inevitable no morir de ternura mientras veía como su hijo gritaba a los cuatro vientos que conocería la playa & el mar por primera vez.

Ayudó a subir todo su equipaje a la cajuela de la camioneta especial para viajes, que a alguno de ellos se les había ocurrido rentar &  que Alan manejaba. Alonso se había instalando ya, sentando a Santiago a su lado, abrochando el cinturón de seguridad de ambos. Pronto subió e hizo lo mismo.

Escuchó como Paloma se quejaba abiertamente sobre lo tardados que eran Bryan & Freddy, pues recién le habían llamado diciendo que no pasarán por ellos sino dentro de cuarenta minutos. Alan ignoró la petición de su primo & emprendió el rumbo hacia la casa del castaño.

Cuando llegaron a casa de Alfredo, Jos salió de la camioneta familiar para ir a apresurarlos.
José parecía más emocionado que Santiago.
Era demasiado cómico ver como tocaba con insistencia la puerta & gritaba a la par "Ya vámonos".

Freddy salió de casa con un peinado de "me acabo de levantar, no jodan" & aún en pijama, arrastraba una maleta enorme. Detrás de él salió Bryan, más alegre, vestido listo para la ocasión. Iba demasiado playero para ser las 6;00 am pero era Bryan & a nadie le sorprendía que estuviera listo.

Alzó en brazos a su pequeña hija (quien salió de la mano de el castaño) & entraron a la camioneta.

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Era un completo desastre.

Todos iban en su propio mundo.

Paloma arrullaba a Allyson, acto que era casi imposible pues los niños no se callaban.

Alan iba conduciendo, ignorando a todos.

Alfredo iba ignorando sus responsabilidades, como siempre.
Se encontraba dormido, siendo el mejor copiloto de la historia.

Bryan, pf, él había sacado su niño interior & se encontraba muy emocionado cantando a coro con su hija & con Santiago.

José & Alonso parecía que habían olvidado que tenían un pequeño hijo, pues ellos iban en los los últimos asientos, cómo si de unos adolescentes enamorados se tratase.

Jos no paraba de abrazar & dejar pequeños besos en las mejillas de Alonso, mientras este soltaba risitas.

Jos lo besó con calma, disfrutando de la sensación de unir sus labios con los de su amor verdadero.

Para ser sinceros, José extrañaba con locura las caricias entre ellos dos.
De sus labios, comenzó a bajar hasta llegar al cuello de Alonso. Sus movimientos eran pausados & delicados, mostrando pasión & deseo.

El ex rubio sabía de antemano que si no paraban en ese momento, no resultaría nada bueno, así, que con todo el pesar del mundo, alejó a su esposo de él.

El pelinegro gruñó pero al ver la sonrisa que pedía disculpas, sonrió con la misma intención & besó la frente del menor.
Alonso se recostó en el hombro de Jos & este se acomodó de tal manera que su bebé quedara más cerca de él.

Su burbuja se llenaba de paz, tranquilidad & amor, hasta que Santiago decidió ir a molestar un poco.
Se sentó sobre el regazo de su papá mientras observaba como su papi se alejaba cierta distancia, dejándole un hueco para él entre los dos.

—Gracias —. Balbuceó & terminó metiendose ahí.

Pronto se quedó dormido & la tranquilidad reinó.

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—Santi —. Alonso lo llamaba mientras lo movía con delicadeza. —Bebé —. Insistió. Santiago sólo balbuceó & se acomodó mejor en el asiento.
Alonso bufó & tuvo que recurrir a su plan b.

—¡Jos! —. Gritó al aire & enseguida llegó su esposo. Lo miró con ternura & viajó su mirada hasta su hijo.

Bufó. —Me la debes —. Sentenció antes de cargar a Santiago & salir a tropezones de la camioneta.

—Te amo —. Le sonrió en agradecimiento & lo siguió por detrás.

Villalpando admiraba el hotel. A decir verdad, se habían lucido seleccionándolo. Había sido su regalo de cumpleaños de parte de todos ellos así que él no tuvo que complicarse con buscar todas & cada una de las comodidades que cada uno quería.

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—¡Papi! —. Gritaba con insistencia mientras brincaba sobre la cama. —¡No es momento para dormir! —. Se lanzó contra Jos, sacándolo de su dulce sueño & asustándolo como nunca. —Vamos a la alberca! —. Alonso estaba cansado de sólo ver la emoción de su hijo.
Sólo quería dormir, aunque sólo fuesen 5 minutos, pero con alguien tan activo como su pequeño, era casi imposible.

Alan & Paloma tocaron a la puerta, el morocho cargaba en brazos a su hijita, la cual (junto con ellos) estaba lista para darse un chapuzón. Santi salió corriendo, tomó de la mano a la castaña & la jaló con él.

Pronto los alcanzarían, pero por ahora, Alonso se acurrucaría con Jos & muy probablemente verían alguna comedia romántica o cualquier película que echaran en algún canal de televisión.

Se sentían tan bien, como si nuevamente fueran adolescentes & estuvieran en alguna de sus tantas citas primerizas, tonteando por cualquier situación de la película, la cual ni siquiera sabían su nombre, mucho menos estaban enterados de la trama, pero de vez en cuando dejaban de mirarse o de besarse para verla.

Sin duda alguna, Villalpando estaba seguro que estas serían las mejores vacaciones familiares que iba a tener en su vida.

¡Jos! |Jalonso|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora