Capituló 30

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(editado)

Tengo que volver con mis hermanos, saber cómo estaban después de todo, averiguar qué sucedió con Calvin, y con mí moto.

-Me tengo que ir.

El abrió los ojos de más, no esperaba que le dijese aquello.

-Me había olvidado de eso, ya me estaba acostumbrado a tu presencia.

Mientras el hablaba yo buscaba mí celular, no lo vi por ningún lado por lo cual le musite un permiso, y corrí escaleras arriba.
Lo encontré en la habitación, en mí chaqueta.
Tengo 120 llamadas pérdidas, de mis hermanos junto a Mike.
Mire mí batería, sólo le quedaba. Un 5%, el cual aproveche para llamar a Trent.

-¡SAMANTHA RAYDER! Podes explicarme ¿dónde mierda estás?

Odio que me digan Samantha, porque ese no es mí nombre sólo es Sam. Desde ese día mí nombre es Sam, me causaba gracia su tono.
Se escucharon más gritos que supongo serán de mis hermanos.

-Estoy bien no tengo batería sólo te llamo para que sepas que...

Mire el celular porque dejé de escuchar ruidos, y estaba negro, se había apagado.

-¿Te quedarías una noche más?-susurro el rey entrando a la habitación.

-No, aunque quisiera no puedo mis hermanos están preocupados, tengo que saber qué pasó con mí moto y...-me agarró de la cintura acercándome hacia él.
Mire sus ojos que son lo único que me permite ver esa maldita máscara, aparte de sus labios.

-Tu moto la tienen los policías y están tratando de rastrear quien es el dueño, mis hombres trataron de borrar todos tus rastros, pero no había nada, nada, fue como si alguien lo hubiera hecho dentro, algún policía- dijo confundido.

-No puede estar en el sistema alguien que no existe- comente- nunca me detuvieron, solo conocen mí nombre, por mis hermanos.

-¿Te quedarías?- insistió haciendo un pucherito con sus labios- por favor - pidió mirandome a los ojos.

-No.

-Te convenceré-dicho esto se fue acercando lentamente a mís labios con la intención de besarme, pero al instante le corrí la cara, sus labios cayeron en mí mejilla.

-No, tengo que regresar.

Yo salí de la habitación chocando mí hombro con el suyo, bueno no directamente con el suyo, ya que él es mucho más alto, mí metro sesenta no es nada comparado con su más de uno ochenta.

El me siguió escaleras abajo, cuando supe que no tenía en que irme volteé a verlo

-¿Me puedes llevar?

-No.

-Esta bien, tampoco quería, caminaré- dicho esto me coloque la chaqueta dispuesta a irme.

-Luna no es la única loba en los alrededores-aquello me hizo detenerme unos segundos pero continúe mí camino- quédate te llevo por la mañana.

Lo pensé unos minutos, la idea era tentadora por así decirlo.

-Dime algo de ti y me quedo.

-Mi cumpleaños es el 08 de marzo, es algo que nadie sabe, sólo mis hermanos.

-Falta poco para el- comente sabiendo que sólo quedan semanas.

-Si-susurro con un deje de tristeza -odio festejarlo.

No quise preguntar, en cambio pretendí cambiar de tema

-¿Que cocinaras en la cena?

-¿Te quedarás?-pregunto sorprendido levantando la cabeza, solo me límite a mover la cabeza en un si.

-Pero antes tengo que llamar a mis hermanos.

El asintió pasándome su celular, el cual quitó de su bolsillo trasero.

Descubriendo Quien Es ElDonde viven las historias. Descúbrelo ahora