Capítulo 33

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Entro Mike con una sonrisa, el camino hacia mí recostandose a mí lado.

—Descansa Sam, cuando despiertes te tengo una sorpresa—dijo depositando un beso en la comisura de mí labio— estaré aquí toda la noche, no tengas miedo

(....)

Sentí que alguien me tocaba el cabello suavemente, lo que causó que me despertara.

—Buenos días hermosa.

Le sonreí a Mike quien me miraba con mucha dulzura.

—Buenos días Mike.

—Espero que hayas dormido bien, escuché un grito anoche y vine, por cierto, es hermosa la Ducati que elegiste.

Me dejó helada aquello, ¿como el sabia eso?

—¿Que? ¿Cómo sabes?

—Tus hermanos me contaron cuando llegué, y no pude evitar verla en el garaje.

—Me la obsequio el rey, ¿supiste lo de que pasó en las carreras? Siempre te pierdes la acción Mike.

—No lo creó, si supe igualmente, le rompieron el rostro a Calvin.

—Porque todos mencionan eso, y no el hecho de que llegaron los azules a arruinar todo.

—No lo sé, pero Calvin no es bueno para ti.

—Jamas te oí hablar mal del Rey, Mike—el ignoró por completo lo que dije y me alcanzó mí móvil.

—Estuvo sonando toda la mañana, fíjate puede ser importante.

Al desbloquearlo tenía varias llamadas perdidas de un número desconocido, y un par de mensajes los cuales abrí al instante.

Hola Sam, soy Caroline, perdón por molestar pero necesito ayuda y no sé a quién acudir.

Espero puedas encontrarme en el alpha hoy, estaré allí todo el día.

Fruncí el ceño, ya que era muy raro que ella me hable, lo primero que se me vino a la mente es Calvin, pero dudo que el necesite algo.

—¿Todo bien?

—Es Caroline, me pidió ayuda— el frunció el ceño de la misma manera que yo.

—¿Con que?

—Aún no lo sé, iré a verla al alpha.

El asintió levantándose de la cama, me fije en su torso desnudo y solo pensar ¿En qué momento cambio tanto? O es que deje de verlo de la misma manera que antes.
Su cuerpo era perfecto, todo en Mike lo era, pero no podía verlo de otra forma.

—Perdón por dejarte sola ayer— dijo levantando su camiseta del piso y colocándosela.

—No entiendo a qué te refieres— fruncí el ceño ya que ayer solo el rey me dejó sola.

—En la carrera, lamentó no haber ido.

—No es nada Mike, estoy bien, baja con mis hermanos si quieres, yo me voy a duchar y vestir para poder ir al Alpha.

El asintió saliendo de mí habitación.

(...)

Me encontraba afuera del alpha, mirando el enorme lobo pintado fuera, era precioso.
Y me resultó irónico que el rey tuviera una loba similar a la que está pintada, a la de sus rivales.
Dejé mis pensamientos aún lado y entre, buscando con la mirada a Caroline, que como siempre estaba en la barra.
Me acerque a ella quien aún no me vio ya que estaba limpiando, me llamo la atención que el lugar estuviera vacío.

—Caroline— saludé sentándome y apoyando mis brazos sobre la barra.

—¡Sam! Me alegra que hayas venido. Perdón por molestarte

—¿Que sucede? ¿Están bien?

—Si, Calvin está perfecto, el problema es mío.

—Dime haré lo posible para ayudarte.

—Estoy embarazada— cuando dijo aquello no pude contener mí asombro abriendo de más mis ojos— No sé que hacer, no sé cómo decirle a Calvin. Y eres la única chica que fue buena conmigo, no tengo a nadie más. Estoy aterrada.

—¿Quieres tenerlo?— fue lo primero que pude decir.

—Ya tengo más de cuatro meses— mí vista al instante se fue a su abdomen, dónde no había bulto alguno— tengo una faja puesta, pero no voy a poder ocultarlo por más tiempo, está creciendo muy rápido.

—¿Quien es el padre?— ella negó con la cabeza, las lágrimas empezaron a llenar sus ojos.

—El se fue, y no va a volver— aquello me dolió hasta a mí, hijo de perra.

—Ven siéntate a mí lado, no estás bien, necesitas apoyo y yo te lo daré— dicho eso ella vino hacia mí y me abrazo muy fuerte, abrazo que yo le correspondí, ni bien dejo de hacerlo pregunté:

—¿Ya te hiciste estudios?

—No, pero espero que esté bien.

—¿Y Calvin? ¿Porque no le has dicho?

—El a pesar de no ser hermanos de sangre siempre estuvo para mí, no quiero decepcionarlo, el me advirtió de ésto y no le hice caso.

Fruncí el ceño al escuchar aquello, ellos eran muy parecidos, parecían mellizos.

—¿Cómo qué no son hermanos?

—Mis padres adoptaron a Calvin cuando yo era una bebé, fuimos criados como gemelos, ese es el parecido que notas, cuando crecimos ellos nos abandonaron, eran adictos, los únicos que nos recibieron fueron los Wolfs con los brazos abiertos.

—No lo sabía— me había sorprendido todo lo que contó, me quito las palabras de la boca.

—Nadie lo sabe, aparte de Calvin y yo, y bueno ahora tú.

Descubriendo Quien Es ElDonde viven las historias. Descúbrelo ahora