Capítulo 39

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Habíamos decidido hablar sobre una de sus obras favoritas, "el retrato de Dorian Gray"

—Las mujeres echan a perder todas las historias de amor intentando que duren para siempre— comento el de la nada con el libro en su mano— ¿Sabes cuál es Sam?, la diferencia entre un capricho y un amor para toda la vida— negué con la cabeza al ni siquiera saber de qué hablaba— que el capricho es más duradero.

—¿No crees en el amor?

—Me apego a la filosofía de que todo es efímero.

—¿Y si encuentras alguien que te vuele la cabeza?

—Soy del reino, todo el tiempo quieren volar mí cabeza— bromeó él.

—Sabes a lo que me refiero.

—¿Tu lo encontraste?

—No, encontré a alguien que me hace perder la cabeza, y eso no es lo que busco, estabilidad emocional necesito.

—¿Te refieres al Rey?

—No lo conozco, me refiero a Calvin, quien es todo lo que me vuelve loca, y estar con el es ir en un auto a toda velocidad sin frenos.

—¿Con el Rey crees que sería diferente Sam?

—¿Un líder de la mafia con estabilidad? Lo dudo.

—Eres diferente Sam, noto por qué se fijan en ti tantos hombres.

—Solo sé que quiero alejarme de todo esto, quiero una vida normal, quiero que mis hermanos estén bien, quiero dejar estás pesadillas.

—Te comprendo mucho Sam, sé que está vida trae muchísimas pesadillas, metafóricamente hablando— y ese era mí problema, yo no hablaba metafóricamente, mis pesadillas eran muy reales.

—Sabes este libro es maravilloso— dijo el después de un tiempo— ¿Podrías escuchar el audiolibro?— negué con la cabeza— ¿La película al menos?

—La película porfavor.

El camino hacia el escritorio donde tenía una notebook en la que puso la película, pasándomela.

—Ten, disfrutala, yo estaré leyendo el libro.

El se sentó en el escritorio con el libro en mano, yo estaba en su cama, me acomode para mirarla, sonreí al notar lo lejos que se encontraba. ¿Tanto miedo le tendrían al rey?

(...)

Ya había terminado de ver la película, no sabía que pensar, el cuadro, Dorian, la filosofía del mismo.

—Eso no es nada comparado con el libro Sammy.

—No me digas Sammy.

—Sabes Dorian en realidad es rubio, aunque en la película se lo muestre pelinegro.

—Es bellísimo— solo pude decir—¿Que es el arte?— era una escena de la película.

—Una enfermedad.

—¿El amor?

—Una ilusión, y el único capaz de condenar a cualquiera.

—Me gusto esa escena, como el perdió su misma alma, ya nada lo apasionaba.

—Cambiando de tema, ya anocheció, ¿te quedarías a cenar?

—¿Qué hay de cenar?—pregunté alzando las cejas.

—¿Pizza? No lo sé, lo que encargue Drew de delivery.

—Esta bien supongo.

Ambos salimos de su habitación y bajamos las escaleras, encontrándonos con Drew.

—¿Te quedas a cenar Sammy?

Estaba a punto de contestarle cuando Wade se adelantó.

—No le digas Sammy— me reí ante aquello—Vamos— dijo Wade caminando hacia el comedor donde hay una mesa gigante.

Wade se sentó en la punta de la mesa yo a su lado y los instantes apareció Drew con una caja grande de pizza.
Lo posiciona en la mesa y se sienta al lado de Wade.
Todos sacamos una rebanada ni bien abrió la caja.

—¿Que tanto me ves?— le pregunté a Drew, quien no quitaba sus ojos de mí.

—La suerte de rey— respondió mirándome con sus negros ojos.

—No tengo nada que ver con él.

—Aun, pero el ya te reclamo, eres suya Sammy.

—No soy de él, ni de nadie.

—No es lo que el cree, eres de él, cualquier hombre que te toqué, el mismo le rebanaria el brazo, mira lo que sucedió con Calvin.

—A Mike nunca le rebano el brazo— mencionó haciendo que ellos se quedarán en un profundo silencio

Descubriendo Quien Es ElDonde viven las historias. Descúbrelo ahora