Capítulo 33: Nuevas Normas.

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-¿Y qué tal las vacaciones?- pregunta mi querida amiga siempre con ansias de saber, a la vez deshace la maleta.

Rio. Ambas sabemos por donde va. Me rasco la nuca como si intentase restarle atención mientras miro hacia otra parte.

- Bien...-

-¿Como que bien?- pregunta arqueando una ceja mientra me analiza con la mirada.

- Bien, bastante normal.-

- Define normal.-

- Buf... es que yo que sé Sophie. He estado estudiando, trabajando como siempre; he quedado con Jeffrey como acordamos.- digo levantando el brazo señalándola, por lo que esta asiente contenta. - Hemos quedado... nos hemos peleado, hemos paseado, nos hemos acostado... esas cosas.-

Entonces se escucha el chirriante sonido de la puerta del armario próximo a cerrarse pero sin llegar a esto, tras la puerta aparece mi amiga con los ojos como platos y la boca entre abierta, obviamente sorprendida a más no poder. Nunca creo haberla visto así.

-¿Q-qué?- balbucea aun sin pestañear, pero cuando tengo la intención de hablar, se adelanta. -¡¿Que-qué?!- 

Sin saber que contestar me limito a sonreírle de forma inocente como suele hacer ella; esta por su parte vuelve a su expresión normal, frunce el ceño y durante unos segundos parece tener la intención de decir algo pero no alcanza a formar ninguna frase con sentido. La verdad es que es bastante divertido dejar a tu amiga sin palabras; dejar a la más habladora en completo silencio.

Finalmente opta cerrar la puerta del armario de golpe y acercarse a mí con una expresión cotilla-interrogante.

- No sé si debería preguntar.-

- No sabes si deberías...- bromeo. - Eso es raro en tí.-

- Si...- asiente con la mirada perdida por un segundo, pero al siguiente fija los ojos en mí. -¿Folla bien?-

Suspiro poniendo los ojos en blanco. Eso sí es normal. 

El despertar para volver a clases es lo más horrible que puede haber en este mundo; el sonido del despertador penetra en tus oídos haciéndote recordar lo bonito que es madrugar y que tienes que volver a estudiar. Adelante con la recta final.

Hay gran bullicio entre los alumnos, nada como volver a verse tras dos semanas y media de vacaciones; todos comentando esos bonitos sitios, esas geniales comidas, sus súper fotos en lugares de ensueño...

-¿Pero estáis saliendo?- pregunta Sophie.

- Define salir.-

- Eh, no me copies.- reniega. - Pues salir, una relación; besitos, mimitos, películas ñoñas... esas cosas tan horribles que se hacen en pareja.-

Me quedo un momento en silencio tras pararnos cerca de la puerta de la clase que vamos a dar pero de la cual aún no han abierto.

- No hacemos nada de eso.-

-¿Entonces que hacéis cuando quedáis?- pregunta sin entender nada.

De nuevo me quedo pensando, pero antes de dejarme contestar alguien se adelanta a interrumpirnos.

-¿Nuevo novio?- pegunta Gigi.

- Hola Gigi.- saluda mi amiga sin alegría alguna.

-¿Ya ye has cansado de nuestro querido profesor?- vuelve a preguntarme ignorando a esta.

De nuevo antes de poder contestar soy interrumpida por el sonido de las puertas abrirse. La verdad es que me ahorra una incomoda charla.

Aunque la verdad hubiese preferido charlar mil veces con Gigi sobre Jeffrey a escuchar a la profesora de matemáticas echar la bronca a los suspensos por inútiles; suspensos entre los que ellos por supuesto me encuentro yo. Y tras una agradable regañina, nos ofrece una posibilidad de recuperar. Aún sigo preguntándome cual es la opción de Jeffrey a esto, porque paso de presentarme a una recuperación.

Proyecto final. «Jeffrey Dean Morgan»  COMPLETA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora