¿De qué me suena eso? Me pregunto interiormente mientras observo la enorme fotografía que mi padre tiene colgada en la pared detrás de él pero su gruñido pronto me saca de ahí.
- Esto no demuestra nada. Podría haberlo hecho otra persona.- intenta defenderse mi padre tras enseñarle la grabación de audio donde mi hermano sale amenazándome y dándome una paliza.
- Es una grabación de audio, se sabe perfectamente que era yo y él.-
-¿Y quién te dice que ese no es tu novio ese mayor o cualquier otro?-
- Porque las cámaras del hotel me sitúan justo en el marco de tiempo que concuerda con esta grabación y porque Jeffrey en ese momento estaba en una librería.-
Hace un largo suspiro antes de proceder al silencio. Parece que no voy tan mal. Entonces se levanta y pasea por todo el despacho, donde le sigo con la mirada hasta que decide pararse frente a mí y esbozar esa sonrisa tan odiosa.
- Hazlo. Adelante Maggie, manda a tu hermano al calabozo.-
-¿Seguro? Estoy hablando muy en serio.-
- Y yo también.- añade encogiéndose de hombros. Seguidamente vuelve a sentarse en su sillón. - Ya es hora de que tu hermano se vuelva más responsable.-
-¿Lo vas a abandonar?-
Este no responde, se limita a ignorarme mientras rellena unos papeles. Así mismo, viendo que esto ha acabado (no como esperaba, pero algo es algo) me dirijo a la puerta; sin embargo antes de salir, vuelve a hablarme.
- No te olvides de que en unos pocos días debes presentar tu proyecto final. Lo estoy deseando.-
No digo nada, solo bufo antes de cerrar con un portazo.
Sé que debería ir a clase pero eso sería una total pérdida de tiempo mientras pueda hacer cosas más importantes. ¿Quién lo habría dicho? Yo que al comienzo no había día que faltase, ahora me encuentro casi escabulléndome.
- Tu padre es un completo hijo de puta.- escucho a mis espaldas. Al darme la vuelta veo a Gigi sujetando dos enormes tochos de fotocopias; pero eso sin duda no es lo más llamativo, ella en sí es todo un cuadro. Parece no haber dormido desde hace días.
- Te veo mala cara.-
- Cállate.- dice furiosa. - Desde que lo decidió adelantar no he tenido tiempo de nada.-
- Si te consuela, ya somos dos.-
- Pues a ti no parece haberte afectado en nada.-
- Porque yo he convivido con ese diablo, ya me esperaba algo así... Además, te avisé y te pedí ayuda.-
-¡No me dijiste nada!- grita a la vez que tira las fotocopias al suelo furiosa.
- Te avisé que esto sería malo para todos, ¿Y escuchaste? Me despreciaste.- respondo bastante fría sin dejar de mirarla fijamente. - Al menos... Al menos espero que esto te haya hecho ver que deberías dejar de ser una zorra engreída.-
-¿Una qué?- pregunta como si no acabase de creerse lo que acabo de decir.
- Zorra engreída.- respondo con una amplia sonrisa. - Mucha suerte Gigi. Nos vemos en la graduación... Espero.-
Nada más que añadir. No podría haberme quedado más a gusto después de estar soportando casi 9 meses sus estupideces.
Giro sobre mis talones para continuar andando hacia la salida.
En cualquier otro caso podría haber sentido un ápice de pena, incluso arrepentimiento. Pero demasiado tiempo ha pasado ya.
- Firme aquí señorita.- indica el policía mientras me entrega el parte de la denuncia. Por un segundo lo miro bastante dudosa y miro a Jeffrey el cual está a mi lado acompañándome; este hace un movimiento con la cabeza como si me asegurarme que esta es la mejor opción.
Sin dudar un segundo más escribo mi firma.
- Si no me equivoco, mi hermano se encuentra en el hotel Palace... En la habitación... En la habitación 410.-
El policía a través de su walkie manda un aviso a los policías de la zona con orden de detención a Samuel Robertson.
Tras salir de comisaría nos dirigimos hacia un café para tomar ambos un té. Durante el primer momento no suelto ninguna palabra pues me encuentro todo el rato perdida en el infinito.
-¿Que te ocurre?- pregunta Jeffrey acariciando mi mano para traerme de vuelta.
- No lo sé... Estaba dándole vueltas a muchas cosas.-
-¿Qué cosas?-
Abro la boca para contestar pero rápidamente la cierro sin saber muy bien que decir.
- No lo sé. En todo... En todo el año. Ha sido tan largo por una parte y tan corto por otras... Y ahora que estamos a nada de acabar, no sé qué debería hacer con mi vida.-
-¿Te refieres a si quedarte o irte?-
- No voy a irme, no. Por dios, ahora que lo tengo todo aquí.-
-¿Y qué? Tú eres tu propia casa.-
- Y vosotros mi familia.-
Entre ambos vuelve el silencio. Ya habíamos hablado antes de esto; por una parte el entiende que después de graduarme me marche a otro sitio en busca de un buen trabajo, porque lo quiera o no, algo como lo que estoy haciendo solo se encuentra en las más grandes ciudades del país.
Pero no quiero marcharme, he vivido de aquí para allá sin temer dejar nada atrás porque nada tenía y ahora que cuento con algo... Ni siquiera quiero pensar en el futuro. No quiero pensar en nada.
Miro el reflejo de mi torso ennegrecido en el enorme espejo del baño de Jeffrey. Ya no parece tan negro con la medicación y el vendaje.
- Me recuerda al espacio, a sus millones de estrellas.- habla Jeffrey mientras coloca sus manos en mis caderas. - Y tú la estrella principal, la más bonita.-
No puedo evitar echarme a reír.
-¿Desde cuando eres tan ñoño?- pregunto sorprendida dándome la vuelta.
- Esa es una faceta que casi nunca dejo ver. Siéntete afortunada.-
- Sigues siendo un capullo, tanto dentro como fuera de clase. ¿Eso te lo han dicho alguna vez?-
- No permito que me hablen así mis alumnas.-
- Que suerte que no seas profesor.- digo riéndome.
- Ah, gracias.- añade ofendido pero en broma.
- Es broma.- me disculpo con un beso. - Bueno, no tanto porque sigue siendo lamentable que no lo seas.-
- Te vas a enterar.- añade agarrándome y tirándome sobre la cama en broma.
-¡Dios!- grito de dolor sobre la cama.
-¡Mierda! No me acordaba.-
- Me acabas de destrozar Morgan... Y no de la manera buena.- añado quejosa.
-Lo siento cielo...- dice arrepentido. - Deja que te calme ese dolor con besos.-
Si solo fueran besos...
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Proyecto final. «Jeffrey Dean Morgan» COMPLETA.
أدب الهواةLe llaman "la mejor universidad del país" pero apesta. Es el mejor profesor del campus pero me odia. Se hace llamar mi mejor amiga pero me lía en un trabajo de fin de semana donde tendré que verle a él, mi querido profesor. ¿Qué puede salir peor? Mi...