Tentadora propuesta.

1.9K 291 39
                                    

Dedicado a @xHemmingslifex, gracias a todxs por creer en mi historia y apoyarme, no me esperaba literal nada de esto y me estoy sorprendiendo mucho, quiero llorar ahre.
               ❁❁❁
Si le preguntaras a Louis, este definitivamente era uno de los mejores momentos de su vida, justo debajo de la vez que Zayn, obviamente borracho, le había regalado el iPod 4 con toda la discografía de Madonna, que un cliente fiel le había obsequiado.

Se encontraba muy concentrado manejando aquel Audi que seguramente costaba más de lo que podría ganar toda su vida vendiendo su cuerpo. 

Cuando la luz roja se hizo presente en un cruce, el pensamiento de cómo pueden llegar a ser tan diferentes las clases sociales hizo desanimar un poco a Louis, rápidamente recordó quién era así que tragó saliva y volteó hacia el atractivo hombre de negocios que tenía al lado, agarrado de la cara tapicería hasta con las uñas.

Pasó la lengua por sus delgados labios y se dispuso a poner su pequeña y delgada mano en el muslo de su acompañante, elevándolo rápidamente.

Harry rió en ese momento, pareciéndole demasiado cómico como el pequeño prostituto no podía asimilar que no lo quería para realizar tal acto, sino para que lo llevara a su hotel para poder lavarse ese horrible olor de perfume barato.

—Ey, ey, tranquilo ahí, pequeño, recuerda que tú sólo me estás llevando a Beverly Hills, no te confundas. — Apartó la delgada extremidad y sólo miró por la ventana. —La luz ya está en verde, mantente atento, por favor. —

Louis se reprochó mentalmente y rápido guio su mano al volante, mientras que con la otra acomodaba su flequillo y volvía a pisar el acelerador.

Después de un par de acelerones, gritos de Harry, vueltas prohibidas y 3 intentos de choque, el último acabando en casi una pelea de Louis contra el otro conductor porque el ajeno no había sido capaz de dejarlo pasar; llegaron al resort dónde Harry se hospedaba.

Apagó el coche, miró hacia donde debía estar su "cliente" y al ver que ya no estaba ahí, bajó del Audi para después caminar hacia la acera. 

Decir que Louis estaba asombrado (y fascinado) al ver el tamaño de ese edificio era poco, los detalles grabados a mano que sobresalían a los bordes, las ventanas pulcramente limpias y un gracioso tipo que parecía que su único trabajo era abrirle la puerta a los huéspedes que llegaban y darles un saludo. 

Louis se sintió estafado, cómo era posible que a unas cuantas calles del barrio donde vivía, donde había visto hoy como sacaban a otra puta del basurero completamente inerte, se escondiera una ciudad tan perfecta, donde pretendían que todo estaba bien, que en unos metros atrás la gente no se moría de hambre, ni tampoco peleaban con otros gigolós por ver quién se paraba en Adam Levine y en Cristina Aguilera.

Unos pasos lo sacaron de sus pensamientos, y fue cuando una grave y lenta voz le dirigió la palabra.

—Uhm, bueno, supongo que aquí termina la aventura de tu vida. —Habló con gracia el hombre que portaba un traje, a simple vista, carísimo. Louis se sintió triste al pensar cuantos días podría dejar de trabajar si tuviera el dinero que valía un traje así.

—Así es, grandote, ahora, mis 20 dólares, por favor. — Louis se preparó para volver a salir a buscar algún cliente nuevo, decepcionado al haber pensado que el guapo hombre por lo menos le pediría una mamada.

 —Tengo que pedir un taxi para regresar a mi lugar de trabajo y esos veinte me caerían de maravilla. 

—Querrás decir a tu oficina. — Bromeó el hombre en un intento por aligerar el ambiente. — ¿Tu nombre, bonito? — el ojiverde le dedicó una mirada al pequeño que acomodaba su crop top y se veía en el reflejo de la puerta del hotel.

 —Me puedo llamar cómo tú quieras. — Habló Louis, dedicándole una sonrisa coqueta acompañada de una mordida de labios.

El más alto sólo rodó los ojos y se le quedo mirando. —Está bien, está bien, lo tenía que intentar. Me llamo Louis. — Dijo mientras batía sus pestañas y un leve sonrojo coloreaba sus mejillas.

 —Ehh, bueno, supongo que eso es todo, y-yo, esperaré un taxi, eso haré. — Harry rodó los ojos y rió, negando con su cabeza, se dio media vuelta dispuesto a entrar al hotel, pero no se pudo resistir a regalarle una última mirada al chico bonito que poseía cara de muñeco de porcelana, de esos que su hermana coleccionaba y por ningún motivo dejaba que él los tocara. 

Se llevó una sorpresa y le dedicó una mirada graciosa al pequeño que disimuladamente estaba sentado en la parada del autobús, limpiándose el sudor de las manos y mirando fijamente a la calle.

—Sabes, no suelo usar mucho el transporte público, pero estoy casi seguro de que esa es una parada de autobús, ningún taxi te subirá ahí. — Louis dio un pequeño salto y guio su fina mirada al hombre vestido en un traje Hugo Boss.

 —Oh, es sólo que decidí que el bus me gusta más, es cómodo (y barato), puedo platicar con el chofer y...—Acompáñame. —El hombre lo interrumpió. No era su culpa, a todo lo que el pequeño había dicho, solo le había podido prestar atención a sus finos labios hablar y a sus manitas agitarse con dulzura, no lo pudo controlar, quería pasar un poco más de tiempo con él.

 — ¿E-estás seguro? Mis servicios no son nada baratos. — Habló Louis, mirando las uñas en sus manos y retirando la cutícula, con una sonrisa socarrona plasmada en su rostro. 

 — ¿Cuánto es costoso, según tú, bonito? — Harry lo observaba, con una mirada divertida, no le importaba en lo más mínimo el precio que el joven le pusiera, pagaría eso y más.

Louis tragó saliva e hizo cálculos mentales mientras pensaba rápido. —100 dólares la hora. — Respondió orgulloso, sabiendo ya desde ese momento que el hombre se reiría en su cara y lo dejaría ahí, en la calle, mientras él subía a hablarle a cualquier otra dama de compañía que lo valiera.

—Perfecto, ven conmigo, pero antes, ponte esto. — Lo rodeó con su chaqueta que anteriormente había estado en el asiento. — Este no es uno de los lugares dónde traes, uhm, gente externa a quedarse. Y el código de vestimenta es muy recto.

"Yo elijo quién, cuándo y dónde." Las palabras de Zayn aparecieron antes de que entraran al edificio. —Si crees que me subiré con un completo desconocido a su habitación, tienes razón, pero quiero tú nombre. 

El pequeño paró y miró hacia arriba, donde unos ojos verdes ya lo estaban observando desde antes. Se ruborizó y apartó la mirada. —Me llamo Harry Styles, ahora, ¿aceptarías subir conmigo a mi habitación? — Louis sólo asintió y lo siguió adentrándose en un mundo realmente nuevo para él.

❁pretty boy❁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora