Quedaban aproximadamente, dos horas y media de viaje. Las chicas ya habían despertado y se encontraban hablando a quién mas cerca tenían.
- Estoy deseando llegar a Londres!- le dijo _____ entusiasmada a su amiga Gemma.
- Yo también.- dijo con una sonrisa.- En cuanto lleguemos recorreré todas las tiendas.- dijo felizmente y la chica arqueo una ceja, graciosa.- Bueno, quizás cuándo llevemos un par de días.- retiro lo dicha.
- Exactamente.- asintió la morena.
- Debe de ser precioso.- siguió la oji-azul.- El Big Ben….- nombró.
- The eye of London…- añadió la chica.
- Rose…- Llamo Isy a su amiga pero esta seguía sin respuesta.- ¡ROSE!- Gritó llevándose la atención de la mayoría de los pasajeros, pero esta le hizo caso omiso.
- ¿Qué quieres?- pregunto la chica adormilada.
- En unas horas aterrizaremos, vete despertando.- le ordenó.
- Esta bien mamá.- dijo la chica graciosa.
- JA-JA- ironizó y después oyeron una risa que provenían de atrás.- Azul no te rías!- le ordeno.
- No me rió de ti, si no de ella.- dijo señalando a Ruth que tenía en el hombro la cabeza de su acompañante que se encontraba riendo.
- No tiene gra….- la chica no pudo continuar ya que las dos chicas sobrantes continuaron riendo y esta no pudo evitarlo, también soltó una carcajada. Estos momentos, inolvidables no se olvidarán jamás.
Porque son las mejores amigas y nada cambiará eso.
- Abrochense los cinturones, ha habido una urgencia.- avisaron desde el megáfono.
Extrañados, los pasajeros intentaron ponérselos y digo “intentaron” porque el avión cayó en seco, quien sabe donde.