El chico de las estrellas

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Como toda historia ésto tiene un final; algunos son mas cercanos que otros... la que nuestro señor conejo escribió tenía uno tan cercano que olía fuerte como el café.

El día está preciosamente nublado con una pequeña brisa cayendo sobre la piel del idiota chico vagador de calles, pequeños pasos se asoman por entre sus piernas y una que otra grieta lo saluda por el camino que mil veces recorrió junto a la chica de sus sueños, hacer eso era como recordar en cámara lenta momentos preciosos vividos, que luego eran borrosos y se convertían en todas las veces que la hizo enojar o vió llorar, la ocasión en que estuvieron a nada de romper todo lo creado o cuándo pensó que pronto su galaxia se extinguiría.
Las ideas en él se estancaron mientras la gente sólo veía un cuerpo tambaleándose por la calle principal de la cuidad, una silueta que se adelgazaba con pequeños alfileres en la espalda, lágrimas secas en las mejillas, que de ser rojas pasaron a blancas y brazos con venas tan marcadas que parecía, pronto reventarían.

Entró en el mundo más cercano ordenando un chocolate caliente solo y tres sobres de azúcar, porque los necesitaba para lo que iba a hacer, pero no tánto como necesitaba a ella.
De su bolsillo una pluma amarilla con tinta negra brotó en conjunto con viejos tickets del lugar, los acomodó por fecha esperando que la bebida llegara, una castaña algo torpe a punto de tirar todo apareció caminando de puntitas frente a él y pidiendo disculpas por derramar unas gotas, se sonrojó. El sólo asintió ignorando la situación mientras continuaba entretenido en su mente, mordió su labio inferior y terminó por escribir en una hora entre pequeños ataques y falta de aire lo siguiente en las notas:

Querida flor favorita; se que estás mal, se que lloras mucho y te pones a pensar que pronto todo va a acabar, se que te sientes tonta con las veces en que intentas hacerme entender lo especial que soy para ti; y lo se porque te conozco, dulce estrella del cielo, mis preciosas gotas por ojos.
Me encantaría en éstos momentos calmarte y decir que todo está bien, pero me temo que la preocupación no me deja engañarme ni intentar engañarte con que podré calmarme de la misma manera.
Ahora mismo lo único que quiero es que dejes de gastar lágrimas, no quiero que vuelvas a lo mismo de antes, si tengo un propósito en mi vida es que cada día puedas sonreír al menos un poco, quiero que tu rostro ilumine cada día de mi vida, así que hazlo... por mas difícil que sea deja de pensar tanto en lo malo y piensa en las hermosas probabilidades buenas que puedan existir, no te aferres a cosas que pronto terminarán en pasar, nunca sabemos quien podría irse primero, puede que tú, puede que yo un simple día deje de contestar todo y me pasara algo, nunca lo sabremos con anticipación, por ahora cuídate y no pierdas tu brillo, háblame cada que desees y no dejes de confiar en mi... se mas sincera conmigo, y con el universo que fue creado para ti.

Siempre tuyo, dulce comedor de galletas y helado, fanático del color de tus ojos; y perdidamente enamorado, Samuel.-

Ahora todo estaba revelado, el nombre de su chico de las estrellas era ese, era todo tan claro como el cielo de esa noche, en el cual nuestro chico entregó alma, cuerpo y mente.

《Y LAS ESTRELLAS ESTABAN SOBRE MI Y YO BRILLABA, BRILLABA POR ELLA...》

Luego de un par de horas el chico llegó a casa sin comentar nada con aquella familia despreocupada por su vida,se tumbó en el piso, porque su cuerpo estaba roto, porque él estaba roto ese día...

《Estrella Fugaz》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora