Dia: c i n c o

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Evan Russo

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Evan Russo.

No quiero analizar lo que siento por ti...

Cuando en tu vida lo único que abundan son las balas, las misiones y las personas a quienes rescatar -aunque te importen una mierda sus vidas - no queda mucho espacio en tus pensamientos para eso llamado "amor".

Pero parece que en mi cerebro todavía queda una parte disponible.

Anoche...

Después de contarle todo a las chicas decidí acompañar a Gian y a Celeste hacia los dormitorios asignados a ellas, las ayude a comprender ciertas cosas de sus cuartos, como el botón de emergencia a una esquina de su cama o el bloqueo automático que le ocurriría a sus puertas si enfrentábamos un peligro.

Cualquier cosa que necesiten pueden llamarme, cada una tiene un teléfono en su habitación —  les informó celeste mostrándoles donde se encontraba el teléfono escondido en la habitación y como podían contactarla.

Una vez dejado todo en claro celeste y Gian se despidieron de las chicas mientras yo permanecí en una esquina esperando que terminaran para retirarnos.

─ Evan...podemos...─ dijo sky llamándome cuando comencé a irme, ya sabía a que se refería, ella quería hablar conmigo pero no sabía como, así que comencé a caminar hacia ella antes de que terminara.

─ ¿Necesitas algo? ─ pregunté deteniéndome frente a ella.

─ Mm...si yo...voy a ir al punto ─ dijo tratando de concentrarse ─ solo...estoy tratando de entender que esta pasando y de no sentirme tan estúpida por no haber visto ningún indicio de que esto estaba sucediendo así que yo... ─ dijo mientras pasaba sus manos por su cabello y luego pasaba sus manos por su rostro, parecía frustrada por no entender ─ ese día, cuando nos conocimos, el auto que casi me choca...─

─ No había ningún auto.

─ ¿Que? ─ preguntó cambiando su semblante.

─ Yo lo inventé ─ dije con mi habitual calma ─ para robarte tu billetera y así poder poner un rastreador en ella, algo como lo que hizo Gian con tu hermana.

─ ¡Oh! ─ fue lo único que dijo, luego solo se quedo mirándome y puede notar en su rostro una ligera decepción, algo que no entendí.

¿Está decepcionada? ¿Está así por que realmente no la rescate? No entiendo.

— Así que tranquila. ─ dije tratando de calmarla un poco. ─ Bueno si eso es todo yo debo irme... y tu debes descansar, haz tenido un día muy largo así que...yo te dejaré para que descanses, nos vemos mañana. ─ dije y sin esperar su repuesta gire sobre mis pies y comencé a caminar... pero me detuve.

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