Two idiots in love ✦ TaeKook

Capítulo #O18

— ¡Maldito! — Jungkook se lanzó encima del mayor, sus nudillos ensangrentados debido a la intensa pelea que estaban teniendo; básicamente llevaban dándose duro para poder saciar el enojo acumulado en ambas partes. Sin embargo, Yoongi empezaba a cabrearse por las palabras que soltaba Jeon.

Yoongi tosió un poco, su garganta se sentía seca, el sabor metálico no tardaba en sentirse conforme pasaban los segundos y las heridas de su labio se abrían, todo gracias a que  se dejó golpear en el rostro. La multitud gritaba los nombres de cada chico, las hurras de apoyo distribuidas casi de forma igualitaria, incluso apuestas se llevaban a cabo.

Porque era divertido ver a dos chicos super guapos en una pelea, dioses griegos lanzando patadas y puñetes en un intento de parecer personajes de guerra.

—Yo- —esquivó un golpe que iba directo a su estómago—. ¡Mierda! ¡Deja de golpearte, imbécil!

—No estoy satisfecho.

El azabache gruñó, sus manos cerrándose en la tela de su pantalón; Jungkook no era idiota, sabía perfectamente que podría estar matando al mayor y aquello estaba mal en muchos aspectos.

Pero aún así quiero seguir haciéndolo...

—No me jodas, Jeon— Yoongi se pasó el dorso de la mano por la boca, eliminando la pequeña cantidad de sangre que había en una costra de la misma—. Me estás golpeando como si te hubiera hecho algo.

— ¿Y acaso no lo hiciste? —inquirió, sus orbes volviéndose dos perlas oscuras.

—No.

Y era verdad, ya que literalmente fue a Jimin a quién le contestó feo, pero aún así jamás le rompió el corazón como Jungkook lo había hecho con TaeHyung.

Jimin no lo quería cerca y Yoongi le daría lo que pedía.

—A ti no te hice nada malo, a menos de que haya matado a tu perro, o es que me comí una galleta tuya—continuó hablando—. Dime, ¿destruí tus juguetes favoritos? ¿Te empujé en las escaleras? ¿Te quité la entrada al baño cuando estabas con el estómago flojo? — La ira empezó a notarse en su voz—. Porque si hablamos de alguna especie de venganza por haberle roto el corazón a un ser querido, tú eres quién verdaderamente se merece una paliza.

El menor se quedó paralizado, en blanco.

Procesando información.

Diez por ciento.

Treinta por ciento.

Sesenta por ciento.

Noventa por ciento.

Cien por ciento.

¡Felicidades!

¿Le rompí el corazón a TaeHyung?

—No fue a mí— «Bien, Jungkook, eso lo único que puedes decir para no pensar en lo que le hiciste a Tae, genial.»

Yoongi dio unos pasos, agarrando el cuello de la camisa del pelinegro lo alzó, enojado al recordar lo mucho que su mejor amigo había llorado la tarde anterior.

— ¿Entonces? ¡Tu puto temperamento alocado de niño hormonal con aires de boxeador está dándoles un show a estos mirones! —miró a los demás estudiantes con furia—.  ¡Ustedes, ¿qué esperan para largarse a sus casas?!

Los alumnos se estremecieron ante el grito del rubio, si bien era cierto que deberían de haberse ido hace rato, ninguno quería perderse la pelea del siglo que ocurría en los pasillos.

Además, los profesores parecían haberse esfumado.

— ¡Jungkook!

—Oh, esto se puso bueno— Minjae sonrió, sacando de su bolsillo un pequeño celular para grabar todo. Luego subiría a YouTube el video, ganaría mucho dinero. Y probablemente una placa dorada.

Jimin temblaba ligeramente al percatarse del estado de aquellos dos intentos de luchadores Super Sayajin, quienes se habían detenido y observaban con asombro a los  muchachitos que les robaban el aliento.

¿Por qué se veían tan destrozados?

—Hyung.

Jungkook mordió su labio, el castaño estaba mirándolo específicamente a él con su rostro bañado en lágrimas de desesperación; por otra parte, Yoongi no pudo evitar que sus ojos volaran al pequeño pelirosa que comenzaba a imperventilar por la presión que sentía.

— ¡Nada de Hyung! — El castaño explotó con la vista fija en Jungkook—. ¡¿Por qué haces esto?!

—TaeHyung, cálmat-

— ¡Haz silencio, Yoongi! — Los ojos claros empezaron a derramar más lágrimas, con fuerza se restregó el rostro, tratando fallido de eliminarlas—. Jungkookie... ¿Por qué?

¿Acaso quieres sacarme para siempre de tu lado?

Jeon empezó a removerse, tenía tantas ganas de gritar y decir todo lo que se había guardado por años, pero no podía y jamás lo haría. Nunca.

—No te incumbe, TaeHyung...—murmuró, cambiando su atención hacia su mejor amigo—. Jiminie, vámonos.

El más pequeño en estatura abrió sus ojitos como plato, la mirada desconcertada se trasladó desde Jungkook hasta el chico de cabellos rubios que lo taladraba con intensidad; parecía querer decirle algo por medio de sus ojos.

—Claro— Jimin se acercó al ébano, pasando junto a Yoongi quien no dudó en agarrarle el brazo y arrastrarlo lejos de todo el mundo. No dejaría que Jimin se fuera de su vida, le aclararía las cosas aunque tuviera que amarrarlo.

«Sean valientes, chicos.»

Toda la atención se centró ahora en la pareja más joven, TaeHyung permanecía quieto, un dolor apoderándose de su cuerpo; Jungkook gimió por la frustración del momento, haciendo una pequeña mueca le indicó a Minjae que se librara de las multitud que observaban su situación.  Peor que viejas chismosas. MinJae bufó, ni siquiera conocía muy bien al mocoso ese y ya le estaba mandando.

Sin embargo, su Tae parecía querer estar a solas con Jungkook, así que acató las órdenes con una mueca.

—Jodido presumido— Minjae giró hacia el alumnado, empujándolos para que se fueran—. Ahora sí, ¡vayan caminando directo a la salida, sapos! Los chicos de acá necesitan privacidad.

A regañientes se empezaron a dispersar, dejando completamente solos a los menores que no lograban expresar sus sentimientos en palabras.

Un silencio incómodo se apoderó del lugar, la tensión en su máximo punto de apogeo.

TaeHyung tragó grueso, necesitaba ser valiente una vez en su vida y afrontar sus problemas.

Sólo así podré superarlo... Así lograré librarme del peso que cargo desde hace años.

—Jungkookie... —tembló—, no me odies por lo que diré, pero yo te am-

—No quiero escucharlo, Hyung. Ya no somos amigos.

¿Escucharon eso? Sí, otra vez su corazón se quebró y por la misma persona.

«¿Estaremos para siempre juntos?»

«Hasta la eternidad, TaeTae. Siempre seremos amigos, ¡no lo olvides!»