Simplemente un diario

Enfermedad

A lo largo de mi vida he visto a infinidad de personas enfermas.

En lo personal odio los hospitales, pero odio aun mas tener que ver a mis seres queridos enfermos.

Odio el aura que desprenden los hospitales.

Odio ese nudo en la garganta cuando te dicen que alguien apegado a ti esta enfermo, y duele aun mas cuando no tienes con quien hablarlo.

En demasiadas ocasiones he tenido que llorar sola por que la vida aleja a mis seres queridos.

¿Porque tenemos que caminar bajo la tormenta cuando se supone debería haber salido el sol?.

Considero a mis seres queridos buenas personas, a veces comienzo a creer que no existe un Dios , pues si es que existiera no nos haría esto a las personas buenas.

Es demasiado injusto.

En las calles existen personas que roban y matan, tal vez soy una mala persona al pensar que deberían pasarles cosas malas a ellos.

He pasado muchas noches sollozando en silencio mientras uno de mis familiares sufre en una maldita cama de hospital.

Pero si me detengo a ver a mi alrededor veo que muchas personas tienen el mismo problema que yo, no soy la única.

Odio las sonrisas tristes que usan mis familiares cuando me tienen que decir las cosas, odio que tengan que fingir que todo esta bien por que ante sus ojos aun soy pequeña.

Odio el vació que dejan las personas una vez que ya no están. Tanto físico como emocional, me he encontrado recordando a mis familiares en la casa de mi infancia, una casa que me recuerda infinitos momentos.

Mi nariz aun percibe sus aromas.

Mi oído aun oye sus voces.

Y mis ojos tienden a jugarme una mala pasada.

Odio que en en mi memoria sus recuerdos sigan tan nítidos como siempre.

Pero agradezco infinitamente el tiempo que compartí con ellos.

Siempre fue un honor. No sabía cuánto perdí.