Simplemente un diario

Mi mano

La frase de tender una mano a una persona que la necesite me parece con muy poca coherencia.
Cuando mis amigos están en problemas no tiendo a brindarles mi mano, yo hago más que eso, les brindo mi tiempo, mis experiencias y mis consejos y por más que esfuerce mi vista o me ponga lentes jamás logro ver eso en la palma de mi mano.
Creo que de eso se tratan los sentimientos.
No se pueden ver con la vista, se ven con el corazón.
Quiero pedirte un favor, mira tu mano y dime qué ves. Tal vez me digas que logras visualizar las líneas y el color de tu piel y entonces te pediré que ahora la veas con tu corazón y pienses en todas las personas que han tenido la dicha de sostener tu mano en momentos difíciles.
Pienso que tender tu mano tienda a ser una acción difícil pero ese hecho tan sencillo dejo grabados recuerdos que tus ojos no pueden ver pero tu corazón si.
En lo personal mis manos siempre estuvieron ahí para mis amigos cuando algo se tornaba mal en su vida.
Siempre nos sostienen las manos de nuestros seres queridos.
Nacemos y nos sostiene mamá.
Cuando vamos a nuestro primer día de clases mama nos toma de la mano y nos dice que todo estará bien.
Cuando tu primer experiencia en el amor resulte mal mamá siempre estará ahí para sostener tu mano.
Llegará el momento en que alguien te sostenga de la mano frente a un altar mientras te cases.
Cuando enfermes tu amado sostendrá tu mano firmemente contra su pecho.
Y cuando morimos alguien sostiene nuestro último aliento en sus manos.
¿Ves a lo que me refiero?
Nuestras manos tienen mucha importancia en nuestras vidas.
Es como si hubiesen sido diseñadas para complementarse con la mano de alguien más.

¿Porque acostumbramos a ver solo lo superficial y no nos detenemos a aspirar el aroma de los sentimientos?