Capítulo dedicado a JehilynScarlethAlarc 😘En cuanto se cierran las puertas del elevador me empiezo a reír como un loco. Hace una hora y media estaba a punto de llorar como nunca antes en la vida por una mujer y ahora estoy a nada de coger la pared a puñetazos de lo contento que me siento. El momento en el que me doy cuenta de qué forma cambian nuestras vidas, nuestros ánimos, nuestro todo cuando estamos juntos es palpable. ¡Joder! La forma en la que brillaron sus ojos al decidir darnos otra oportunidad podría hacer sentir hasta al hombre más frío.
La realidad me golpea un poco al entrar a mi apartamento. Hay muchas cosas que necesito contarle y no tengo ni puta idea de cómo hacerlo. El tema de Donaldo es algo que, aunque quiera ocultar, de hacerlo, sólo me causará más problemas. Pero, ella aún está muy afectada por todo lo que pasó y decirle que sigo trabajando para ese hijo de puta solamente la alterará más. No quiero mentirle, no deseo empezar con el pie izquierdo. Ya encontraré una forma de decírselo sin afectar sus avances y lo nuestro.
Me tiro sobre el sofá y ahí está, su aroma, su jodido aroma perfecto como todo en ella. Cuando la tuve entre mis manos, ¡santa mierda! He estado a punto de explotar. Clarisa me vuelve loco, su presencia es como un jodido hechizo, sus besos un detonante de placer y poderla tocar es como estar en el paraíso; mi paraíso. Me he controlado lo más que he podido y tendré que poner el control en práctica si no quiero arruinar las cosas.
No puedo creer mi estado, si es que estoy por hacer una puta fiesta. ¡Qué feliz me siento! ¡Carajo! Mi copito ha vuelto y no voy a dejarla ir a ningún lado. No me importa si aún no estamos juntos oficialmente, ella quiere intentar, probar, tratar, y eso me basta. Eso es justo lo que deseaba como un loco hace seis meses; que me dejara estar cerca, aunque no me lo permitiera del todo, para mí es suficiente.
Me sobresalto al escuchar un suave toque en la puerta. No han usado el timbre. Abro de inmediato y mi felicidad aumenta al mirar que Clarisa ha regresado. La miro confuso porque entra sin que le diga una palabra y ella también se queda callada. Parece inspeccionar el lugar y no entiendo qué coño pasa.
—Creí haber olvidado mi teléfono aquí —dice como si eso explicara su extraña actitud. Me importa una mierda. Tenerla de nuevo tan cerca me provoca secuestrarla y no permitir que se marche.
—¿Tú teléfono? No, no está aquí —le aseguro. Tengo todas las luces de la sala encendidas. Podríamos ver un teléfono enseguida.
—¿Estás solo? —Sus ojos miran con insistencia la puerta de mi habitación, mueve sus pies hasta la puerta y la abre. ¡Qué carajos sucede!
—Vivo solo, Clari.
—¿No esperas a nadie? —pregunta de pronto y me confundo aún más.
—No te estoy entendiendo... no, no espero a nadie.
—¿La chica tatuada vive aquí? —Me sorprendo al oír su pregunta. No entiendo a qué viene todo esto.
—¿Leila? —El nombre se me sale sin querer. Leila es otro tema del que debemos hablar. Tengo que decirle lo que ha pasado entre ella y yo porque estoy harto de los malentendidos y no sólo me une una amistad algo extraña con Leila, también el trabajo.
—Leila —pronuncia el nombre y detecto amargura.
—Sí, vive en el piso de arriba —en cuanto termino las palabras me tenso. ¿Debí mentir? No quiero tener una discusión cinco minutos después de arreglar lo nuestro.
—¿Estás bromeando? —Se cruza de brazos y me quedo sin un plan de contingencia.
—No. Somos vecinos.
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RETANDO AL OLVIDO (+18)
RomanceSEGUNDA PARTE DE LA TRILOGÍA RETANDO. El amor siempre libera, emerge, transforma; el olvido hace justo lo mismo.