RETANDO AL OLVIDO (+18)

Capítulo 8: Clarisa.

En multimedia : Please Don't Go - Joel Adams

Capítulo dedicado a Fersandoval213 💖

Camino en una nube de algodón, sí, de algodón. Floto en medio de tantos traumas y tantos miedos. No sé si esta vez funcione o qué tanto demore en estar completa para él. Lo único que sé es que tardamos demasiado en tomar esta decisión. Por supuesto que cuando le pedí distancia no fue en un arranque de pánico o un capricho infundado. Ya he dejado claro que mis miedos respecto a Zed es nuestra intimidad, esa que solía volverme loca, esa que me cegaba hasta el punto de creer que todo se resumía en él y yo.

La idea de que Leila viva a un piso de distancia me altera de muchas formas. Primero, es muy bonita. No importa la cantidad exagerada de tatuajes que trae por todos lados, sólo la hacen ver más interesante. Tampoco importa la locura monumental que expresa con su cabello, sigue siendo preciosa. Segundo, no puedo evitar pensar en que en un mundo justo ellos hacen una estupenda pareja, ciertamente la sociedad los critica por el número de figuras en su piel, sin embargo, parecen dos modelos. Y, tercero, no soy ninguna tonta. Zed ha dicho que no se han acostado pero seis meses de distancia no me han hecho conocerlo menos, hay algo que no ha querido decir y muero por saber de qué se trata. Y agregaré un cuarto punto... a ella le gusta, claro que sí. ¿A él también? Suponerlo me da dolor de cabeza.

Por la mañana mi humor parece haber mejorado demasiado, tanto que Amber no ha parado de dar bromas al respecto. Sus bromas me ponen nerviosa. Zed ha prometido paciencia, ¿qué tanta paciencia se puede tener cuando dos cuerpos quieren atacarse como fieras importándoles poco que el dueño de uno de los cuerpos continúa sintiéndose ligeramente sucia? ¿Debería decírselo? Creo que es lo correcto. Él tiene que saber todo lo que pasa en mi interior y con un poco de suerte logremos funcionar.

—¿Entonces ya están juntos? —Es la primera pregunta seria que hace mi amiga, después de casi tres horas de constantes bromas.

—En realidad no lo sé. He ido a buscarlo, le he dicho todo lo que siento y nos besamos y saldremos hoy pero también le dije que no quería ponerle un nombre a lo que sea que vamos a intentar.

—¿Por qué te engañas? Sabes bien que para Zed esto no es una prueba. Has vuelto a ser su chica. Así que tienes todo el derecho de decirle que esa tal Leila no te cae bien y que se aleje de ella si quiere conservar su pene —me dice Amber como si eso fuera posible.

—No puedo pedirle eso. Es su amiga —las palabras me saben a hiel. "Amiga", la verdad no quiero que sean amigos. Pedirle que se aleje de ella sería convertirme en Zed versión mujer y en todo caso sé bien que, si lo hago, él me pediría exactamente lo mismo respecto a Bill.

—¡Claro que puedes! Podemos hacerle una visita casual. Ya sabes, vamos a su apartamento, tocamos su puerta y mientras yo la tomo del cabello tú le gritas: aléjate de mi hombre zorra estúpida.

Me suelto a reír y le tiro una almohada. Oficialmente ha enloquecido. No haré nada de eso.

—Creo que necesitas salir y distraer tu mente. Encerrarte conmigo te está volviendo más loca de lo que ya estabas.

—¿Ahora que has vuelto con Zed podemos salir algún día? Siento que han pasado años desde que fuimos a aquella fiesta en una fraternidad juntas.

—Amber —la riño—. Sabes que ir a fiestas no es mi actividad favorita.

—No, ya lo sé. Tu actividad favorita es comerte a Zed. —Le tiro otra almohada.

—Ya para.