Capítulo 1: Zed.

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Yo sin cumplir fechas desde tiempos antiguos jaja. Es solo un adelanto. Pensé que podría subir el primer capítulo, ya que empezaré a subir el resto a partir del próximo sábado (2 de diciembre)

Gracias por leer 😘

           

En multimedia : NIALL HORAN - TOO MUCH TO ASK


Seis meses. Me parece mentira que no he escuchado la voz de Clarisa Morgan durante seis jodidos meses. Tampoco la he visto y después de mucho trabajo ya no pregunto por ella. No voy a mentir, el primer mes fue una puta mierda. Ella había decidido que lo mejor era sanar por separado, ordenar nuestras vidas, encontrar el puto rumbo y entonces descubrir si realmente había espacio para alguien más en nuestra vida. Y yo, tan hijo de puta como toda mi existencia me permití un mes más de borracheras y drogas por doquier. Competí en las carreras ebrio hasta la mierda en más de una ocasión e hice fiestas cada maldito día, al punto de que Eva prefirió volver a una residencia; según ella tenía una carrera universitaria por terminar y con dos locos de atar no podía concentrarse.

Lo último lo decía por Iván. Él me acompañó durante mi eterno mes de duelo. En el segundo mes decidí que seguía sin estar listo para regresar a mi vida o la que intentaba remediar, no me gradué como era de esperarse después de todos los últimos puñeteros acontecimientos y no me siento orgulloso de ello. Tenía un plan muy bien estructurado: no perder el tiempo en relaciones amorosas, terminar mi carrera universitaria y dedicarme a lo que más me gusta en el maldito mundo; pintar. Pero está de más decir que esos bastardos planes quedaron en el olvido, al menos momentáneamente.

El tercer mes tampoco fue de mucho provecho. Me mudé al centro de Boston a esperar que el nuevo semestre empezara para integrarme a las pocas clases que aún me faltaban cursar y culminar mis estudios. Eso fue lo que le dije a todo el mundo, aunque en realidad me mudé lo más lejos que pude de la universidad porque era difícil estar tan cerca de Clarisa y a la misma vez tan lejos. No digo que ahora no lo sea, antes tuve que poner todo de mí para conseguir al menos no romper aquel trato que ella y yo habíamos hecho. No diré que ya no siento nada, pero la costumbre sabe jugar bien sus cartas.

Continué trabajando en el estudio de tatuajes y mi suerte era la misma ya que también seguía siendo un maldito secuaz más de Donaldo. Eva ignoraba que Iván y yo estábamos más involucrados que nunca. Al principio Iván intentó sacarme de esa mierda sabiendo perfectamente que fue de gran ayuda para que entrara en el juego, me repetía que si ya no estaba con Clarisa podía portarme como el macho que se supone soy y mandar al demonio a Donaldo. A él siempre se le olvidaban un par de cosas: a) A Donaldo le importaba poco que Clarisa ya no fuera mi novia, si la quería sana y salva aún en la distancia tenía que cumplir con sus órdenes, b) Me recordaba cada día que si quería tener el mismo destino que el padre de Clarisa me convenía dejar de quejarme y trabajar como lo hacía el resto, además ese desgraciado había sobrevivido, pero, la buena noticia es que ha quedado postrado a una silla de ruedas para el resto de su vida y de esa forma estoy completamente seguro de que jamás volverá a molestar a su hija y, c) Después de seis meses haciendo trabajos ilegales para Donaldo no he podido averiguar quién es realmente la persona que está interesada en que yo siga haciendo lo que hago y no pienso alejarme de toda esta mierda hasta descubrirlo.

Algo es totalmente cierto y es que el dinero no me hace falta, lo cual me ha permitido de alguna forma perder totalmente la comunicación con mi padre y Margaret. Ayudo a Iván con el tratamiento de su madre, hemos logrado mantenerla viva seis meses más y eso ya es ganancia.

El cuarto mes conocí a Leila, una chica que está más loca que yo. Entró a trabajar en el estudio de tatuajes, es la primera mujer que contratan desde que estoy ahí y congeniamos de inmediato. Es de mi tamaño, con un cuerpo casi perfecto, digo "casi" porque no la he visto desnuda. Tiene unos ojazos color miel, unos labios carnosos y una sonrisa encantadora, además de una personalidad bastante avasalladora y unas tetas de escándalo. Sí, sí, todos se la han querido follar en el estudio y no voy a mentir, la primera vez que hablé con ella estuve a nada de invitarla a unas copas y follármela. No lo hice, y no lo pienso hacer porque para mi sorpresa Leila es una estupenda amiga, aunque eso no significa que si algún día nos olvidamos de que no queremos arruinar nuestra amistad no terminemos acostándonos.

RETANDO AL OLVIDO (+18) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora