College AU

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La facultad, repleta de gente que corría de un lado para el otro rogándole al profesor que recibiese sus trabajos, o al menos; que subiese una décima la calificación para aprobar.

Técnicamente, para poder sobrevivir en la universidad tienes que seguir tres sencillas reglas:

1. Cazar, o ser cazado.
2. Sobrevivir días sin dormir y comer.
3. No enamorarse.

Porque sí, Keith consideraba que el amor era una completa distracción y pérdida de tiempo. Conoció a bastantes compañeros (o como él y Allura los llaman, "soldados caídos") que fallaron el semestre simplemente por irse a follar con la pareja o por irse de escape, para que una semana después llegara el famoso corte de lazos.

Y claro, eran ellos los que salían perdiendo.

El timbre sonó, salieron los de la clase mientras que él iba apenas guardando en su mochila la libreta, con toda la tranquilidad del mundo. O sólo hasta que escuchó un muy fuerte golpe sobre su mesa, causada por la mano de una chica de cabellos plateados y piel morena. Keith se sobresaltó, mientras que giraba a ver quién era para recordarle sobre lo molesto que le resultaba soportarlos en el aula, y sólo pedía que no se le acercasen cada que terminaban las clases.
Pero no, vaya fue su sorpresa cuando encontró la sonrisa pícara de la chica que sostenía con otra mano un folleto.

—"Allura, ¿qué rayos-?"
—"Iremos al partido esta noche."

Genial.

....




—"¿Qué rayos te ocurre? ¿Irrumpir de ese modo mientras estoy ocupado?"

Keith seguía molesto, pero en parte sólo lo hacía para molestar a la otra.
—"Oh, vamos" — Dijo, mientras le brindaba un codazo bastante potente en las costillas, causando al otro encogerse un poco mientras hacía quejidos de dolor en respuesta. —"Si no fuera por mí, no hubiéramos conseguido esos boletos. Además, ¡¿sólo estabas guardando tu cuaderno?!"
—"¡Estaba concentrado!" —Protestó.
—"Claro, ¿en Lance?"

Allura sintió las manos ajenas sobre su boca, mientras el otro emitía un '¡shhhhh!' audible para todo el que estaba cerca.
Algo, ALGO que en serio detestaba de Allura era que siempre soltara el tema de Lance.
Y más porque era una breve prueba de que había fallado a sus propias reglas.

Lance, un chico que estudia biología marina y miembro del equipo de futbol americano de la facultad; de ojos profundamente azules, cabellos castaños, piel morena y sonrisa espectacular.
Sí, todo él gritaba ser heterosexual.

Mientras que él, un chico de cabellos despeinados, notables ojeras, ojos oscuros, piel pálida que sin bloqueador solar se quema muy rápido y, ropas mayormente de color negro.
Ah, y que estudiaba medicina.

—"Quiero que te calles." — Mencionó Keith, que fue liberando a la adversa al retirar sus manos de encima.
—"Es la verdad, estás un tanto loco por él." — Allura le miró de manera sugestiva, obteniendo en respuesta un 'tch' y el rostro de un chico avergonzado.

¿Desde cuándo? Sólo bastó quedarse tarde en la universidad para verle entrenar en los campos.
Sólo eso bastó.

Todo eso le confesó a Allura, desde lo que sintió hasta lo que llegó a imaginar. Y ella, con sólo ver el rostro de su amigo supo que se trataba del gran cliché de toda película romántica: amor a primera vista.

ONE SHOTS KLANCEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora