Capítulo 1

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Las clases parecían eternas, el timbre parecía nunca llegar, las personas estaban impacientes e incluso el profesor ya había dejado la explicación de aquel viernes de inicios de diciembre para esperar como si volviera a ser estudiante.

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Las personas apresuradas tomaron sus cosas y salieron a empujones del salón. Entre las personas el chico del cumpleaños salía acompañado de sus amigos esperando por el momento en el que la fiesta del siguiente día la cual sería, como todos los años, la mejor fiesta del año. O al menos eso creían.

Entre las personas había tres chicas que realmente no tenían importancia en la comunidad educativa, eran etiquetadas como las raras, pues las tres podrían facilmente encajar en el grupo de los populares, pero por razones ocultas habían rechazado la oferta en cuanto la hiceron.

Ese día caminaban tranquilamente por el patio de la escuela para poder ir a sus casas y así pasar el resto de ese viernes por su cuenta y ninguna encontraba una mejor forma de pasar el día.

No vieron venir el balón que se acercaba a la cara de una de ellas.

Amelia terminó en el suelo, sabiendo que un hematoma saldría justo en su frente como resultado de ese golpe. Se levantó del suelo con ayuda de sus amigas con una mueca de dolor.

Los chicos que jugaban ni se molestaron en preguntar si ella estaba bien, siguieron jugando bajo la mirada atenta de David. Las chicas siguieron con su camino hablando sobre los detalles del día siguiente, y sobre si Amelia quería ir a que le revisaran la frente. No habían sido invitadas a la gran fiesta pero eso no les había impedido hacer sus propios planes.

La mayoría de las personas en la escuela ya habían salido como era costumbre en los viernes, todos estaban demasiado apurados para quedarse más del tiempo necesario en la escuela.

Amelia y sus amigas quedaron en ir al cine al día siguiente, después de arreglar todo cada quien se fue por su lado.

Esperó que el bus que normalmente tomaba para ir a casa hiciera su parada, mientras tanto simplemente veía a su alrededor por consecuencia de haber roto su celular tan solo unos días atrás. Vio como David salía por la gran puerta de la escuela donde un coche lujoso esperaba por el.

A pesar de haber tenido tanto tiempo para prepararse aún no entendía como el había sido el elegido por los Antiguos. Alguien que todavía no entendía el peso de las vidas que recaían en sus hombros.

Y lo peor, ella era la única que podría ayudarlo, la única que sabía lo que pasaría y lo que pasó, la única que no soportaba a David y aún así sabía la muerte de uno ellos sería mera culpa del otro.

Ella sabía lo que pasaba y a pesar del tiempo que tuvo nunca habría sido suficiente para preparar a otras personas. Tendría que dejar que la fiesta del día siguiente terminara en desastre para así seguir con lo que ya estaba escrito.

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