Capítulo 11

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Pasos apresurados se escuchaban por todo el edificio, personas con papeles, grandes pantallas diciendo las noticias, algunos escogiendo las cuales se les podría llamar desastres y cuales son parte de la naturaleza,  cuales se podrían haber evitado y cuales no.

Buscar a aquellos que intentan evitar los desastres, saber si lo hacen bien o solo observan como miles de personas mueren porque ellos solo se sentaron a observar.

Era un día cualquiera para la gran fábrica Winterflower  aquella que las personas de afuera no sabían y nunca sabrán lo que pasa en su interior.

Los antiguos, y las personas que trabajaban para ellos, siempre tan atrejados buscando razones y soluciones. En este tipo de trabajo, nunca se descanza.

Para trabajar en Winterflower nunca hizo falta una entrevista, así como escogían a aquellos que pueden detener desastres también podían escoger a aquellos que los documentaban y buscaban todo detrás del suceso. Buscaban a aquellos con gran potencial esperando a ser explotado, así como aquellos que ni tenían otras opciones de trabajo.

¿Por qué lo habían hecho? Era la pregunta más escuchada a lo largo del día. Para algunos, ya se había hecho rutina investigar vidas ajenas, seguir la pista a aquellos que podían detener lo que pasaría. Pero para otros, esto seguía siendo fascinante, encontrar a personas capaces de saber lo que pasaría, así como encontrar personas que ponen en riesgo su propia vida sin saber que lo hacian. Era algo que simplemente los deslumbraba.

Entre tantas personas que trabajan en cosas parecidas, siempre habrá personas que se destacarían al menos un poco más que el resto. Este lugar no había sido la excepción, Diego Gutiérrez y Amanda Ríos eran aquellos que serían beneficiados con el gran deber de protejer a David, de buscar entre los desastres y saber mejores formas de detenerlos.

Lo malo, el no tendrá que saber que es ayudado. En realidad, pocos portadores del don han sabido que la gran fábrica Winterflower  existía y aquellos que lo sabían, no tenían ni idea de lo que sucedía dentro de sus paredes.

Amanda y Diego, quienes tendrían que trabajar juntos la mayoría del tiempo, buscaban información entre el último desastre de David el cual no llevaba mucho tiempo de haber pasado.

Ellos, no tenían ni idea de que la visón de David no había coincidido con lo que había sucedido en realidad, para ellos había sido el primer desastre que había detenido y para ellos, eso era más que suficiente.

***

En la escuela, mientras David sufría por terminar los ejercicios del examen de matemáticas y pensaba que en una hora sería el examen de Física, Amelia junto con sus amigas hablaban de sus planes para ese fin de semana, después de todo ellas no tendrían tarea pues ya la habían terminado.

Las amigas de Amelia no habían pasado por alto que ella y David empezaban a hablar más de lo necesario, pero ellas sabían -a diferencia de muchos- que si no lo comentaban con ellas, no tendría mucha importancia.

Cuando el timbre sonó y todos corrieron fuera del aula de clases el celular de Amelia anunció un nuevo mensaje, y como en tantas otras historias, era un mensaje de un número desconocido.

Pueden detener cuantos desastres quieran, pero ninguno tendrá importancia. El juicio final ya llega y ni Winterflower ni David podrán evitarlo.

Respiro hondo y fue en la busqueda de David, entre los dos encontrarían la razón del mensaje y descubrirán lo que es Winterflower, para saber si aquel nombre peculiar podría ayudarlos a detener cualquier cosa que se avecinara. O simplemente ayudar a retrasarlo.

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⏰ Última actualización: Nov 02, 2018 ⏰

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