Cruza la línea

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El día siguiente el profesor cabeza de rata recogió los trabajos y nos dio de tarea unas páginas del libro.

-Ps Calum, Calum, ps, Calum, ¡CALUM!

-¿Qué quieres Michael?

-El punto 1... y el 2 y...

-Y todos los demás ¿no?

-No... yo puedo hacer el...- chequeo los puntos para ver cuál era el más fácil- el 5

-Hood y compañia ya cállense- tercio el cabeza de rata.

-Luego te lo pasó.

-Vamos Calum ¿qué quieres que haga mientras tú terminas?

-No lo sé... Has un lindo dibujito de ti.

-Ja-ja. Al menos dime dónde está el punto...

-¡Clifford! Cierre la boca- Volvió a hablar el profesor.

-El punto 1- Termine mi oración pero antes de que Calum me pase la tarea el cabeza de rata se acercó a mí y me obligó a cambiarme de lugar. Y como siempre, el señor ideas maravillosas me sentó al lado de Luke.

-Hola Gordon- Rodé los ojos- No sé porqué me odias tanto...

-Tú también me odias.

-No tanto como tú a mi.

-Es que eres como Bob Esponja, molesto, amarillo y de ojos celestes.

-Hermosos ojos celestes- me corrigió- y si yo soy Bob tú serías Calamardo...

-¡Clifford! ¿no importa dónde te mandé seguirás hablando? ¡cállate de una vez!- Gritó el profesor, escuché la estúpida risita de Luke, decidí ignorarlo y tomar el consejo de Calum de hacer un dibujito mío.

Cuando estaba terminando mi hermosos autorretrato sonó la campana.

...

-Deberías darle una oportunidad al pobre chico- me dijo Calum a la salida de la escuela. Lo mire cómo si no entendiera de quién me estaba hablando, aunque era obvio que estaba hablando de el rubio.

-Yo sólo te digo Michael, que no parece tan malo- Calum se fue por su camino y yo por el mío. ¿Darle una oportunida? No, gracias.

Al llegar a mi casa me llegó un mensaje de Calum diciéndome que me invitaba el viernes a su casa.