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Luke se despertó en una camilla de hospital a la mañana del día siguiente con un brazo vendado.

-¿Qué pasó anoche?

-¿No te acuerdes de nada Luke el Volador?

Sus ojos se abrieron dándome la señal de que se acordó de su intento fracasado de volar.

-¿Mis padres saben?

-Si, vinieron ayer a la noche y me digieron que si despertabas te avise que vendrían al mediodía.

-¿Hace cuánto estás aquí?

Vi mi reflejo en la ventana y vi que estaba bastante rojo.

-Pues... toda la noche, no te podía dejar sólo.

-Si, si podías irte.

-Saltaste por una ventana y te desmayaste, tenía que ver si estabas bien -ahora los dos estábamos sonrojados.

-Bueno... ya que estas despierto debería irme. Adiós, y no te tires por la ventana.

Estaba por salir del cuarto, a un paso, pero la voz de Luke pidió que me quedará.

-Por si no te acuerdas ayer prometiste irte de mi vida Luke.

-Lo siento -murmuró y miró sus manos avergonzado. Rodé mis ojos y me senté al lado de su camilla. Pude ver felicidad en sus ojos.

-Eres tierno cuando duermes.

-¿Te quedaste toda la noche mirándome dormir?

-No, me quedé en ese sofá, y cada vez que roncabas y me despertaba te miraba.

-¿Ronco?

-Demasiado.

Hablamos durante horas hasta que escuché a los padres de Luke venir, le di un beso en la mejilla y me fui.

Le conté a Calum sobre el estado de Luke y dormí hasta que se hizo de noche.

Como no pude dormir durante la noche ya que dormí durante el día, fui a visitar a Luke, como lo suyo no era grave, podía verlo cuando quisiera ya que no había horarios de visita.

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