28. Narrado.

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[CAPÍTULO MUY PICANTEEEE]

Me abrazó, así lo hicieron las demás y ahí lo supe. Estaba embarazada de Mauro.

Mis lágrimas empezaron a salir. 

-Chicas están bien?- Tocaron la puerta. Les hice señas para que no abrieran, escondí el test y limpie mis lágrimas.

-Sí, ya salimos.- Respondió Sol, escuchamos sus pisadas alejarse.

Las chicas salieron, me miré al espejo y salí.

-Estoy muy emocionada, mimare a ese niño o niña.- Nadia saltaba de felicidad.

-¿Cuándo se lo dirás a Mauro?- Todas se pusieron serias.

-Mañana, justo íbamos a festejar nuestros dos meses.- Respondí mirando el suelo.

-¿Qué sucede?

-Tener un niño debe hermoso, pero no estoy preparada, no trabajo, solo estudio. Tengo miedo de como se lo tome Mauro, él está tan feliz con su carrera musical y tener un bebé es un gran peso. Sólo espero que me siga queriendo.

-Él te quiere mucho, no lo dejará de hacer y seguramente se lo tome bien.

(...)

Estábamos esperando que Mauro llegara con Alejo, tomaba coca cola mirando un punto fijo.

Y entró, su cabello rubio, con su peculiar y hermosa sonrisa.

Corrí hacía él tirándome encima, lo extrañé tanto.

Agarró mi cintura, escondí mi cabeza en su cuello.

-Te extrañé tanto Scot.- Susurró en mi oído.

Lo besé, lo necesitaba, lo extrañaba. Todavía seguían mis piernas enredadas en su torso.

Le llené de besos el rostro bajándome de él, agarró mi mano y fue a saludar a los demás.

Bailábamos al compás de la música, debes en cuanto me robaba un beso y me encantaba.

En un momento Duki se quedó mirando alguien o algo atrás de mí. Me di vuelta pero había mucha gente.

-¿Qué pasó?

-No, nada. Ya vengo.- Me dio un beso en el cachete y desapareció entre la gente.

-¿El gordito?- Mks apareció con un vaso de cerveza en la mano.

-No sé. Bailemos.

Me sentí mareada, iría al cuarto de algunos de los Mansillas para recostarme un poco. Subí las escaleras (Da), entré al cuarto de Damian, ocupado, espero que el de Marcos no lo este. Sí, lo está y lo que más me duele que es por Mauro y una piba, que no se quien mierda es. 

Me recuesto en la puerta y empiezo a aplaudir, que bonito ¿no?

Ambos se dan vuelta, la piba se baja de Mauro y él me mira con los ojos sorprendidos. 

-No paren, sigan con lo suyo. Total solo vine a buscar algo ya me iba.- Agarré mi campera y mochila de la silla y salí de ahí. 

Dolía y dolía bastante. 

-Para.- Mauro tomo de mi brazo haciendo que me de vuelta. 

-Qué? Me vas a decir que estás borracho y por eso paso. Que fue una equivocación.- Intente imitar su voz, estaba enojada, furiosa pero también estaba dolida, destrozada. 

-En realidad si estoy medio drogado, lo siento.- Se tomo el cabello con frustración. -Soy un idiota, no te quiero perder, fui un completo estúpido. 

-Lo fuiste y lamento decirte que ya lo hiciste.- Me di vuelta, agarré con más fuerte mi mochila y con pasos firmes salí. 

Mauro fue esa persona que me hizo creer en el amor, que me hizo sentir segura, protegida. Pero ahora me hacía sentir frágil, desprotegida. 

¿No fui suficiente para él? 

Seré para alguien suficiente algún día. 

Lucy »DukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora