Último día del 2011 se iba para dar la bienvenida al 2012. Esta noche iba a ser una buena noche estaba segura.
Estos últimos tres días había estado quedando con Xabi, salíamos, hacíamos cualquier tontería, íbamos al cine o nos pasábamos horas hablando de nuestras cosas, de los que nos pasaba o sobre lo que pensábamos de un tema y nos poníamos a discutir hasta que llegaba la hora de ir a casa.
En estos días nos habíamos acercado mucho, nada del tipo amoroso, Xabi no había intentado nada y yo se lo agradecía porque eso podría poner las cosas algo tensas entre nosotros, habíamos reforzado nuestra amistad.
¿Hasta que punto había ido nuestra amistad a mas? Pues bastante la verdad, tanto que habíamos conseguido que nuestras familias se juntaran para celebrar el año nuevo.
Esta idea había surgido de la nada, Xabi me había preguntado que iba a hacer en noche vieja y de un momento a otro me vi planeando como reunir a nuestros padres para cenar todos juntos ese día.
Era una locura, ni siquiera se conocían, pero merecía la pena intentarlo y con suerte nuestros padres aceptarían. Además, ¿que mejor manera de conocerse que en una cena? y con eso de que era el cambio de año estarían mas predispuesto, vamos por lo menos eso pensaba.
Mi idea de esa noche era organizarla como si fuera una cena familiar, una en la que dos familias que no tienen nada que ver se unen en una día de fiesta, para celebrar una misma causa.
Teníamos todas las papeletas para que nos dijesen que no porque ¿quien quiere cenar con una familia totalmente desconocida? Para mis padres claro, pero para sorpresa de ambos, nuestros padres aceptaron.
La cena se haría en casa de Xabi, seria como la inauguración oficial de la casa ya que meses atrás no se había hecho.
Nervios, ilusión, alegría y un poquito de preocupación por esa noche era los sentimientos que revoloteaban en mi.
Mi madre se había pasado toda la tarde cocinando, ya que aunque sabíamos perfectamente que la madre de Xabi también iba a cocinar mi madre no quería que ella tuviera que cargar con todo el peso de la comida, conclusión: íbamos a tener tanta comida que podríamos invitar tranquilamente a mas de la mitad del vecindario porque estaba segura de que iba a sobrar bastante comida. Mi padre y yo la habíamos intentado ayudar pero suponíamos mas un estorbo para ella que una ayuda, así que no se en que momento de la tarde nos vimos echados de la cocina por una mujer estresada que lo único que nos decía era que nos fuéramos al sofá que lo único que hacíamos ahí era estar en medio y retrasarla mas.
Habíamos quedado a las ocho con ellos, nuestros padres se tomarían algo y luego empezaríamos a preparar la cena.
Me empecé a arreglar sobre las seis y media, puede que suene un poco exagerado una hora y media para vestirse, maquillarse y demás, pero no quería quedarme sin tiempo y tener que correr para poder estar lista a la hora, vamos que quería evitar lo que me pasaba todos los años. Era un día especial y era una oportunidad para poder arreglarme mas de lo normal sin desentonar y este año iba a hacerlo bien.
- Vero nos vamos ya - oí que me llamaban mis padres.
Me eché el ultimo vistazo antes de salir de mi habitación. Mi pelo estaba recogido en una especie de moño suelto, había ondulado mi cabello y lo había sujetando con ayuda de unas orquillas dándole la forma de un moño y luego me había hecho una trenza la había pasado alrededor del moño haciendo que la trenza pareciera una diadema. Bajé la mirada hacia mi cuerpo encontrándome con un precioso vestido azul turquesa.
La mayoría de la gente solía llevar vestidos oscuros en noche vieja como azules marinos, negros... y esa era una de las razones por las que había elegido un vestido con un color alegre. Era una fiesta así que tenia que llevar algo que destacara y sin duda este vestido lo hacia.
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La decisión del corazón
Roman pour AdolescentsSegunda parte de Diario de una indecisa: Después de un verano algo movidito Vero tiene que volver al instituto, solo que este año será diferente, este año estará Xabi, quien le hará dudar de todo lo que pensaba que sentía. Este año su corazón decidi...