Capítulo 14. "Vacío"

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El vacío era eterno, no tenía existencia... Todo era nada, solo un lugar sin luz, ni sonido, ni siquiera podía sentir mi propia alma.

Aún así, podía verme.
Mis manos estaban completamente normales, con la única diferencia que estas comenzaban a desvanecerse como al igual que mi cuerpo a un paso extremadamente lento. Era como si fuese un fantasma.

Al menos, el morir no era tan malo como lo había imaginado antes. Pero... ¿Así acabaría todo para mi?

En ese instante lo comprendí, mi alma dejaría de existir en este solitario y abrumador vacío.

Y quise llorar, lo intenté con todas mis fuerzas pero no hubo nada. Grité y grité, pero de mis labios nada salió.

Caí al suelo de rodillas, mi cabello estaba suelto, moviéndose por un extraño viento inexistente que anhelaba poder sentir.... Pero no quería perder mi única esperanza, algo de mi debía quedar en el verdadero mundo.

Y aunque mi final se acercaba inevitablemente, me quedé ahí, quieta, recordando el primer día hasta el último que tuve en Derry, recordando cada momento que tuve con mis amigos, aquellos que jamás volvería a ver.

Y un dolor en mi pecho me hizo reaccionar de golpe. Era la inmensa tristeza que tenía en mi, aquella tristeza de perder todo lo que conocía...

Quizás este lugar solo te hace sentir el dolor.

Y en mi mente, apareció Richie Tozier.
Aquel chico de anteojos con su humor tonto que me hacía reír y querer matarlo a veces...
Me pregunto, ¿qué se hubiese sentido besar a Richie?

Y otra puntada se hizo presente en mi pecho, esta vez con más intensidad, rogando que parara con mi propia tortura.

__Puedes hacerlo... Puedes hacerlo... Hazlo, inténtalo, tienes qué...

Aquellos eran susurros, los escuchaba claramente a pesar de lo bajo que hablaba pero me sorprendió el hecho de que lo hubiese escuchado en mi mente.

Levanté mi rostro, frente a mí, había una pequeña luz blanca, brillante.

__¿Q-Quién eres?

Pensé, él podía escucharme.

Lo escuché soltar una pequeña risa, era un niño.

__Soy Georgie.

El hermano perdido de Bill... El pequeño niño asesinado por Pennywise. Esto era increíble.

__Tienes que salir de aquí, no puedes dejar que él siga con esto, debes liberarte...

__No puedo hacerlo, ni siquiera puedo hablar, yo... Yo ya estoy desvaneciendo.

Aquella luz o mejor dicho, Georgie tomó su forma y lo vi.
Era un niño hermoso, y se veía la pureza en sus ojos.
Y sin hablarme en mi mente, cogió mi mano y aunque seguía sin sentirlo él aún pudo sostenerla y luego acercar su frente junto a la mía. Ambos cerramos nuestros ojos.

Y de repente vi destellos convertirse en imágenes en mi cabeza, podía ver a los demás entre los túneles, gritando mi nombre desesperados por encontrarme. Richie iba adelante con Bill.
Y como si fuera un vínculo, a los lejos veía a Pennywise observándolos con su sonrisa.

En ese instante y de golpe todo volvió a lo de antes, Georgie se había apartado de mí.

__No dejes que ellos mueran aquí, no dejes de Billy muera.

Y así, desapareció.
Otra vez me quedaba sola en ese lugar.

Pero los demás corrían un gran peligro, y no podía rendirme.

Volví a levantarme, no sabía como iba a salir de aquí, pero tenía que intentarlo todo.
No podía permitir que ellos muriesen por mi culpa.

Entre toda esa oscuridad corrí buscando lo que fuese, pero mientras más avanzaba mis posibilidades se anulaban.
Era como un ciclo de total vacío que se repetía una y otra vez.

Comenzaba a desesperarme, el simple hecho de ver aquello me aterraba como nunca antes. Yo debía hacer algo por mis amigos, era mi deber.

Grité y grité con todas mis fuerzas, tenía que lograrlo, aún quedaba parte de mi en mi cuerpo, mis puños comenzaban a sentir el frío, el dolor de mantenerlos apretados con fuerza, mi garganta también ya comenzaba a sentir de tanto gritar. Estaba moviéndome, podía sentir mi cuerpo pesar... Ya no era vacío...

Y entre tanta desesperación y locura sentí la suavidad entre mis dedos.

Escuchaba voces pero no estaba segura. Y luego, de la nada... La calidez entre mis labios me hizo recobrar la vida que pensaba acabada.
Aquella sensación no tenía explicación alguna, y sonreí cerrando mis ojos.

Todos mis sentidos volvieron a mi y por fin abrí los ojos comprendiendo el por qué había sentido tal sensación.

Frente a mí, estaba Richie dedicándome una pequeña sonrisa y sus ojos hinchados de tanto llorar...

__Siempre creí que eras un llorón.-Murmuré, y él me abrazó con todas sus fuerzas.-

Tan solo me dejé envolver en aquel abrazo que me hacía sentir tan viva. Y como arte de magia, las ganas de llorar me invadieron.

Mis ojos se pusieron en todos los demás cuando ambos nos apartamos un poco. Y luego, escuchamos aquella maldita voz, ah, pero esta vez, yo iba a luchar.

El grupo de chicos se hizo hacia atrás, asustados, aún así, Richie me colocó detrás de él queriéndome proteger.

Pennywise nos veía sonriendo, cerca de aquel monte de cosas obviamente de todos los niños que se había llevado.

Y luego, su mirada se colocó en mí, y eso no le agradó.

Mi beep Richie [TERMINADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora