¡Viernes!

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Después de la clase de Historia, que como siempre estuvo aburridísima, fuimos a almorzar con Quinn y Heather, la cual, había conseguido, nadie sabe como, un libro sobre nutrición y le contaba a Quinn la cantidad de grasas (según Heather, lípidos) que estaba ingiriendo en ese momento y cuanto tardaría en quemarlas... Quinn parecía aterrorizada, pero Dan y yo escuchabamos sin presarle demasiada atención...

Madison andaba junto con Chelsea y Avril, dos chicas que si bien no tenían Asperger, se lo podrían haber diagnosticado y a nadie le hubiera parecido raro. Ellas, juntas, eran una bomba de insoportabilidad (¿Existe esa palabra? Heather dice que no... Debe tener razón, seguramente se aprendió el diccionario de memoria...) que te daban ganas de desactivar golpeándolas unas cincuenta veces en la cara con un martillo... Pero lamentablemente no se podía hacer eso porque era ilegal... maldita ley...

Más tarde, después de Química y Francés, Dan y yo nos dirigimos a nuestra prácrtica de Lacrosse (Heather, deberías callarte, dudo que a alguien le importe que el Lacrosse fue inventado por los indígenas americanos...) y por último fuimos al Starbucks con los chicos de Lacrosse.

Después de que los de Lacrosse se fueron, me fui a la casa de Dan, en la que estuvimos despiertos toda la noche... ¡Que va, era viernes!

Como habrán imgaginado, dormimos hasta las tres de la tarde, hora, trás la cual, fuimos a visitar a Quinn, por lo tanto a Heather.

Ese día teníamos que hacer un trabajo en grupo para Historia, eso significaba que Heather hablaba sobre la dinastía Chang mientras Dan, Quinn y yo preguntábamos si Boris fue emperador de China, cosa que exasperaba a Heather, uno: porque odiaba cuando no le prestábamos atención mientras lanzaba sus "interesantes" (aburridos) datos históricos y dos: porque estaba enamorada de Boris.

Estando en la casa de Quinn se puso a nevar, era ya el 15 de diciembre... ¡sólo cinco días para las vacaciones de invierno!

La madre de Quinn se puso a cocinar y nos dijo que nos quedáramos a cenar, ya eran las cinco y recién habíamos merendado pero igual le dijimos que sí y salimos a jugar a la guerra de bolas de nieve, Dan y Quinn y Heather y yo.

Les sorprendería lo buena que era Heather apuntando, ella decía que era física básica, pero Dan la contradecía diciendo que seguramente les insertaba un chip robótico para que las bolas se dirigan hacia ellos con presición milimétrica... Heather frenó el juego y nos hizo entrar, según ella porque hacía frío, pero en realidad era porque Dan le había dado la idea de ese chip para su proyecto de ciencias y para ganar el premio... Como hacía desde los siete años...

La "intersante" vida de AustinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora