Pasaron los exámenes de mitad de año y las vacaciones se adelantaron dos días más gracias a una tormenta de nieve que literalmente hacía que las ventanas se llenen de hielo y que la bandera que había en el patio del instituto, se congele y quede rígida como si estuviera hecha de hierro...
Heather ganó el premio de la feria de ciencias y nuestro equipo de Lacrosse ganó a unos de Carolina del Norte.
Faltaban dos días para Navidad y mis primos habían llegado de Vancouver, en Canadá, para pasarlas con nosotros.
Mis tíos Arthur y Evangeline, tienen dos hijos, Tiffany de cinco y Anthony, de catorce, Tiffany es casi tan insoportable como Madison, pero por suerte, no tiene Asperger, ella es una especie de mini-demonio-malcríado que siempre se sale con la suya, aquí un ejemplo:
Ese día, Anthony y yo, habíamos estado ayudando a Evangeline a preparar una torta para merendar, y Tiffany, como siempre, quería arruinarlo todo y esa vez, la (segun mi tía y mamá) pequeña y angelical niñita, quería "ayudar" y por supuesto, Evangeline la dejó con gusto a nuestro cargo mientras ella se iba a comprar más leche, ya que Tiffany se la había tomado toda.
Apenas antes de poner la masa en el horno Tiffany nos la sacó y dijo que le faltaba más canela y nos puso a condimentar la masa (sigo sin entender porqué le hicimos caso a una niña de cinco años que posiblemente la única experiencia de cocina había sido cuando ayudo a mamá a hacer salsa para la pasta el año pasado... La pasta explotó en el microondas y tuvimos que llamar a los bomberos... un desastre total...) con el frasco en el que guardamos canela.
-Se ve que son inútiles, ¿acaso no saben que tienen que ponerle muchísima más canela? Espero que no los contraten en un restaurante, no querría que alguien muera intoxicado... -dijo Tiffany con actitud mandona.
-¡Cállate alguna vez, Tiffany, eres insoportable! -dijo Anthony desesperado.
-¡Silencio! -exigió la pequeña.
Ciertamente pareíamos sus esclavos, hasta que llegó mi tía y Tiffany comenzoó a llorar alegando que nosotros no la dejabamos hacer nada...
-Oh pobre y hermosa criatura -dijo Evangeline-. Chicos, dejen a Tiffany decorar la torta con el glaseado, y tu Tiffany, puedes agarrar todo el glaseado que quieras.
-Si mamá -dijo Tiffany con una sonrisa maliciosa.
Cuando ya se hubo terminado la torta y la llevamos a la mesa, Arthur agarró una porción y empezó a gritar histéricamente... Al parecer la torta estaba picante...
Tiffany nos guiñó un ojo y empezó a llorar diciendo dramáticamente:
-Oh no, la culpa... Anthony y Austin me obligaron a ponerle pimienta y me dijeron que si no, me la harían tragar de un bocado... ¡Y yo sólo pude obedecerles!
Mi papá se giró hacia nosotros con expresión furiosa y dijo:
-¡Chicos! a su cuarto, se quedan sin cenar y mañana le compran a Tiffany ese unicornio que vio en la tienda, sin renegar.
-Gracias tío Jack. -dijo cabizbaja Tiffany
-De nada dulzura.
Y eso es porqué todos la odiamos (Heather dice que es por la edad, que en el desarrollo de los niños, su poca capacidad los impulsa a intentar apropiarse de cosas cueste lo que cueste... Dan y Quinn dicen que seguramente es una genio maligna que conquistará el mundo... Estoy con Dan).
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La "intersante" vida de Austin
Fiksi RemajaAustin es un chico de 14, que vive su aburrida vida en los suburbios junto a Heather, su mejor amiga ,Dan su mejor y molesto amigo y Quinn, otra mejor amiga, que si bien no es muy inteligente, es divertida...