Lunes 3

38 4 3
                                    

(Heather)

6:29

Sí, otra vez más le gané al despertador, me levanté de la cama y empecé a pasear por mi habitación.

-Experimento 1: chequeado, las colonias de las Escherichia coli aumentó en un (aproximado) 3% en las últimas 12 horas. -murmuré mientras escribía en el pequeño anotador con el título E. coli que estaba al lado del cultivo en el que se notaban pequeños puntos amarillos.

-Experimento 2: chequeado, el apium graveolens no ha presenciado ningún cambio importante. -susurré al lado de un apio plantado en una maceta de vidrio elevada para ver las raíces.

-Experimento 3... -escuché una voz atrás mío.

-¡Papá! ¡Te dije que no cheques mis experimentos, para algo tienes tu propio cultivo de bacterias!

-Lo lamento... Y de hecho... Tu madre tiró a mis E. coli porque al parecer ya teníamos uno de esos cultivos en casa...

Lo miré enojada y me dijo los resultados de los demás experimentos.

-Ah, y... Heather... No te juntes con... Esos chicos de los cuales hablamos...

-¿Dan, Quinn y Austin?

-Exacto. Si te veo con ellos el castigo será mucho peor que este chequeo...

-Okay. Fuera de mi cuarto.

-Y tampoco le hables así a tu padre.

-Como quieras.

Y cerró la puerta.

Sonó mi celular:

Llamada entrante: Austin

Y, recordando el castigo, corté.

Después de desayunar, cambiarme, hacer un experimento de último momento y preparar mi mochila, me fui al colegio.

-¡Heather, aquí! -escucho la familiar voz de Harper.

-¿Sí?

-Hoy tenemos Club de Estudios, ¿trajiste tu investigación?

-Sí. Es sobre los fundulus heteroclitus.

-Interesantes peces...

-¿De qué se trata la tuya?

-De la Fiebre del Oro Australiana.

-Interesante.

Después de la primera clase me fui al Club de Estudios con Harper y Boris.

Si hay algo que me pone de buen humor era ese club... Y ese día, después de las exposiciones, jugamos trivia.

Barrí el suelo con Shelly, fue un 35 a 24 muy memorable.

Para el almuerzo seguimos con un interesantísimo debate sobre los neutrinos y sus particularidades.

Si bien el día no había terminado, ya extrañaba a Quinn, sin sus comentarios que me hacían sentir más inteligente mi humor estaba por los suelos, Dan tampoco estaba ahí cuando necesité descargar la tensión acumulé en el debate y Austin no apareció dentro de mi campo de visión cuando quise contarle mi felicidad al saber que Harper había ganado un premio de literatura...

Y es así como fue mi asqueroso lunes...

La "intersante" vida de AustinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora