Capítulo 8

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Dulce
Después de que mi amiga y ese hombre se fueran regresé a mi habitación, me di una ducha larga y me vestí con unas braguita negras, un sostén negro a juego y una ligera pijama ya que hacia un poco de calor.
Cepille mi cabello, lo seque y lo amarré haciendo un moño.

Encendí el aire a condicionado y me metí bajo las sábanas. Minutos después escuche que la puerta se abría, Christopher entró y se sentó en la cama mientras se desvestía, me sorprendió ya que nunca había dormido conmigo.

Podía oler su deliciosa loción masculina pero no quería voltear, se acostó a mi lado y comenzó a acariciar mi pierna, mis nervios regresaron.

Chris: sé que no estás dormida linda- dijo pegando su pecho en mi espalda y metiendo su cabeza en el hueco de mi cuello, después lo besó.

Se pegó más a mí acariciando mi cintura y mi trasero, su mano subía levantando cada vez más la blusa de mi pijama.

Me giré hasta quedar frente a él, sus hermosos ojos marrones se veían más oscuros de lo normal

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Me giré hasta quedar frente a él, sus hermosos ojos marrones se veían más oscuros de lo normal.
Me veía fijamente y acariciaba mi mejilla.

Chris: Hola Dulce- dijo sensualmente y sonriendo, la mejor sonrisa que he visto.

Lentamente quitó la liga que sostenía mi cabello y lo dejó libre.

Dulce: hola Ucker- Sonreí

Chris: me encanta como se escucha mi nombre en tus labios- besó mis labios de manera posesiva, mis manos fueron a parar al rededor de su cuello.
Sentí como introducía su lengua en mi boca y jugaba con la mía, cortó el beso y bajó a mi cuello.

Siguió bajando y lentamente se deshizo de mi short, regresó sobre mí, me vio a los ojos y sonrió travieso

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Siguió bajando y lentamente se deshizo de mi short, regresó sobre mí, me vio a los ojos y sonrió travieso.
Se separó un poco y sacó la blusa que cubría mi torso, besó el valle de mis senos y después mi abdomen.

Quitó mi sostén y comenzó a besar, chupar y mordisquear mis pechos, yo gemía de placer, una de sus manos acariciaba mi feminidad sobre mi braguita, después la apartó e introdujo un dedo en mí y lo movía rápido, introdujo otro mientras seguía succi...

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Quitó mi sostén y comenzó a besar, chupar y mordisquear mis pechos, yo gemía de placer, una de sus manos acariciaba mi feminidad sobre mi braguita, después la apartó e introdujo un dedo en mí y lo movía rápido, introdujo otro mientras seguía succionando mis pezones, mis gemidos aumentaban, nunca había tenido un orgasmo tan rápido, pero lo sentía cada vez más cerca.

Chris: tus gemidos son deliciosos- dijo con voz ronca cerca de mi oído, eso me calentó aún más, comencé a sentir que mi cuerpo se contraía y un placer inmenso me consumía, me convulsioné en oleadas de un delicioso placer. Mi respiración estaba muy agitada- el primero de la noche linda- besó mis labios.

Quitó mis bragas y se levantó, me observaba fijamente mientras pasaba la lengua por sus labios, estaba desnuda ante él.

Se quitó el bóxer, y regresó sobre mí.

Chris: me encantas- susurró sobre mis labios y me beso.

Se colocó entre mis piernas y empezó a frotarse contra mí, aumentando mi ansiedad.

Dulce: Ahh Christopher- dije agitada- por favor hazlo ya- pasaba mis uñas por su espalda.

Entró de golpe en mí y ambos gemimos.

Comenzó a moverse dentro de mí, primero lento después rápido y lento de nuevo.
Su miembro era grande, me llenaba por completo.
Lo hacía duro y posesivo, me encanta.

Chris: estás tan... apretadita- dijo agitado y mordisqueó mis senos. Yo gemí aún más.

Abrí más mis piernas y tome su trasero con mis manos, sus músculos se contraían y relajaban bajo mis manos, quería sentirlo aún más adentro, él comenzó a moverse y yo trataba de seguir su ritmo.

Mis caderas salían al encuentro con las suyas provocando que las embestidas fueran más profundas.

Sus gemidos en mi oído me excitaban aún más, pronto llegaría al cielo por segunda vez en la noche, pero quería que él llegara junto a mí.

Dulce: Chris- dije agitada y mordí levemente su hombro- más rápido Christopher- comenzó a moverse más rápido, besaba mi cuello y mis senos, enrolle mis piernas en su cintura y subí mis manos a su espalda clavando mis uñas en su piel.

No pude aguantarlo más y me dejé llevar por el placer, grité su nombre y sentí que él también llegaba, se derramó en mi interior con profundas embestidas y calló rendido sobre mí con la respiración agitada.

Esa noche dormimos muy poco, lo hicimos varias veces, una de las mejores noches de mi vida.

anoniromo

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