Capítulo once
En el bosque
Una sacudida de hombros me saca de mis sueños
—Leyla... —dice Ginny.
—Mmmmmm... ¿Qué pasa?
—Hay que salir.
Abro un ojo y pienso decirle que se vaya, pero de a poco comienzo a distinguir gritos afuera. Me siento en la cama y la miro. Está pálida y mira el suelo.
—¿Qué pasa? —repito, más alarmada—. ¿Ginny?
Hermione entra corriendo a la carpa.
—¡Vamos, chicas, hay que abandonar la carpa! Leyla, están atacando. Rápido, afuera.
Ginny se abrocha la bata, yo me pongo la mía y las tres salimos en pantuflas al exterior. El aire frío nos cala a través de la ropa. Ron, Harry, Fred y George están mirando hacia todos lados con los ojos como platos y las caras iluminadas por el fuego de las carpas incendiadas.
Los gritos parecen venir todos de la misma dirección. Entre las carpas distinguimos una procesión de magos encapuchados y con máscaras que van incendiando más carpas, sacando a la gente de su paso... y algunos tienen las varitas en alto, sosteniendo al señor Roberts y a su familia en el aire. Su mujer está cabeza abajo, con el pijama caído, y se le ve la ropa interior, que trata de cubrir inútilmente. Los dos niños de la familia están llorando y patalean tratando de bajarse.
—Cielos... —dice Hermione.
—¿Pero quiénes se creen que son?
Más magos se suman a la procesión y avanzan apiñados, riendo y sacudiendo a los muggles de un lado a otro.
El señor Weasley llega con Charlie, Bill y Percy, los cuatro con la varita en la mano.
—Vayan ya mismo al bosque —nos ordena el señor Weasley por encima de los gritos de la gente y de la familia Roberts en especial—. Permanezcan juntos y no salgan de allí.
—Nosotros vamos a ayudar al Ministerio —dice Bill y los cuatro parten en diferentes direcciones para enfrentar a los encapuchados o apagar incendios.
—Vamos —dice Hermione.
Fred lleva a Ginny de la mano, que está tan pálida como en la Cámara Secreta. Nos escurrimos entre las carpas, evitando los grupos de gente, y caminamos por los parches de tierra iluminados por los incendios.
—¿Creen que sean búlgaros? —pregunta Harry—. Quizás estén enojados por haber perdido...
—No hablemos hasta estar en un lugar seguro —dice Hermione.
La cantidad de luz va disminuyendo hasta que estamos en casi completa oscuridad. Los faroles de colores que indicaban el camino al bosque están apagados, y entre nosotros pasa gente en todas direcciones que nos empuja y nos toca al pasar. Me cruzo de brazos para caminar más protegida y piso lo más fuerte que puedo para que la gente me oiga y no me choque.
Cuando estamos internándonos en el bosque, oímos a Ron gritar y nos detenemos en seco.
—¿Qué pasó? —dice Hermione—. ¿Ron? ¿Dónde estás? Lumos.
—Más vale que aquí nadie detecte la magia de menores, lo último que necesitamos es que te expulsen por eso —digo.
—En un día así, a nadie le importará. Arriba, Ron.
ESTÁS LEYENDO
Leyla y el Torneo de los Tres Magos | (LEH #4)
Fanfiction[Serie "Leyla en Hogwarts": Libro 4] - Libros 1, 2 y 3 disponibles en mi perfil. Un verano que empieza en lo de los Granger y termina en la final del mundial de Quidditch, con ataques imprevistos, suegros por todas partes y luego el anuncio del Tor...