No podía moverme. Sentía como si mis sentidos no estuviesen activados. Sin embargo, escuchaba en la lejanía cómo las sirenas de una ambulancia se hacían cada vez más fuertes. No podía ver nada. No sabía si estaba muerta. Las múltiples voces que se aparecieron de la nada... No era capaz de entenderlas. Se sentía como yo estuviese bajo el agua; las voces en la superficie se escuchaban distorsionadas. Finalmente sentí que movían mi cuerpo. Me dolía tanto, pero no podía gritar... No podía despertar...
Recuperé el conocimiento, y esta vez pude abrir los ojos. Estaba en una ambulancia. Lo único que pude notar en mi cuerpo, era que tenía una mascarilla de oxígeno en mi rostro. Los paramédicos se percataron que había despertado. De nuevo, no entendía ni una palabra de lo que decían.
Cerré los ojos y no los volví a abrir...
Volví a despertar... Me estaban bajando de la ambulancia y entré al hospital. Entonces fue cuando pude reconocer una voz.
— Kate! —era mi madre— Kate... Que ocurrió? Que suce...? —mi madre se colocó en mi línea de visión y su frase se vio interrumpida por un grito ahogado— No! Es mi hija! Suéltenme! —vi como los paramédicos la apartaban de mi.
— Señora por favor! —le decía una voz que no conocía— Aléjese! Su hija está en estado crítico. Déjenos hacer nuestro trabajo. Lleven a la niña a Cuidado Intensivo!
— Cariño. Ven —reconocí la voz de mi padre consolando a mamá— Todo va a estar bien. Tranquila.
El llanto de dolor de mi madre fue lo último que oí. Volví a cerrar los ojos.
— Graves quemaduras en gran parte de su cuerpo, incluyendo la cara. Más de 12 huesos fracturados, hemorragia interna, órganos perforados por sus propios huesos y objetos que estaban en su auto... Está chica tiene demasiadas cosas. No lo logrará.
— Que estás diciendo? Tenemos que intentarlo!
— Está niña apenas puede respirar.
— Pero respira. Y esa es suficiente motivación para salvar su vida.
... Eso fue lo poco que pude escuchar con claridad. De verdad estaba tan mal? No podía morir. No así. Mamá? Papá? Que será de ellos? Dónde están? Tenía tantas preguntas. Fue entonces que sentí el primer corte en mi piel. Grite tan fuerte. Nunca lo había hecho de esa forma, porque nunca había sentido tal grado de dolor. ¡Deténganse! ¡Me duele! Al parecer... Nadie podía escucharme. Lo único que escuchaba eran mis gritos de angustia y la maquina que medía los latidos de mi corazón. Según lo que pude escuchar, estaba calmada por fuera. Pero no por dentro. El dolor en mi cuerpo se incrementó y yo grité tan fuerte con la esperanza de despertar y hacer que los médicos detuvieran lo que sea que me estuviesen haciendo. Pero todo fue en vano...
Desperté tiempo después. Abrí los ojos pero todo seguía negro. Fue entonces que recordé que había sufrido quemaduras en mi cara. Tenía muchos vendajes cubriendo mi rostro. Toqué esas vendas, se sentían tan suaves. Parecían hechas de algodón. Disfrute de esa sensación por un rato. Me relajaba. Hasta que escuché una voz en mi fría habitación.
— Quieres quitarte esas cosas del rostro? —era una voz juvenil, la de un chico. Su voz se escuchaba calmada, agradable, tierna y a la vez con un pequeño tono de tristeza.
— Quien eres? —pregunté. Me dí cuenta de que mi voz estaba ronca— D... D... Dónde están mis padres?
— Quisieras quitarte eso? —insistió— No puedo hablarle a alguien si no puedo ver sus ojos.
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La Marioneta [PAUSADA]
Mystery / ThrillerDespués de un terrible accidente de camino a su fiesta de graduación, Kate se despierta en el hospital con solamente la compañía de un chico con máscara. Todos están desaparecidos y ella no sabe que está pasando. Y sin saberlo, puede que Kate se est...