Adaptarse nunca es fácil

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 Maldita sea Henry! Porque?! Que es lo que te pasa por la cabeza?! Que demonios te ocurre?! MÍRAME A LOS OJOS! NI ESO PUEDES HACER?! Decías mierda de ellos. Ellos te apuñalaron. Te lastimaron más de lo que yo alguna vez te lastimé!

 Kate... Por favor... Cálmate.

 NO ME DIGAS QUE ME CALME! Estoy en todo mi derecho de estar enfadada! Porque demonios los perdonas de la noche a la mañana? Acaso lo que hicieron no fue lo suficientemente grave? Creíste en las palabras de ellos? Creíste en lo que te dijo ella? Para que lo pregunto, obviamente le creíste. Y ahora confías más en ellos que en mí, no es así?

 No es así!

 ¡YO ESTUVE AHÍ PARA TI CUANDO NADIE MÁS LO ESTUVO!

 ¡Y es algo de lo que estoy muy agradecido!

 ¡Pues sí parece!

 Kate... Si me dejarás explicarte... No malinterpretes las cosas, por favor.

 ¿Tú crees que necesito una explicación? ¡¿No crees que ya he visto suficiente?!

 ¡KATE! ¡POR FAVOR, ESCÚCHAME!

Largo... ¡¡¡LÁRGATE DE MI MALDITA CASA!!!  —El fuerte sonido de un objeto de vidrio rompiéndose se escuchó seguido de una puerta cerrándose, seguido de alguien llorando. Era mi llanto.

Estaba despierta, pero no quería abrir los ojos. Sentía muy fresca la temperatura del ambiente a mi alrededor, y me encontraba muy cómoda. Finalmente me aburrí y decidí abrir los ojos. No estaba en la habitación de Natalie. Me senté y me dí cuenta de otra cosa; estaba completamente desnuda. Sólo podía ocultarme con las sábanas. Miré a mi alrededor y no había nadie que pudiera verme. Luego recordé todo lo que había pasado la noche anterior. Una sensación de satisfacción y una pequeña sonrisa apareció en mí. Recordé que estaba en la habitación de Harry. Recordar lo que había pasado la noche anterior era como sumergirse profundamente en una fantasía en la que quisieras vivir el resto de tu vida. Sin embargo... Recordar ese sueño me hizo dejar de sentir todo eso. Era uno de esos sueños los cuales puedes escuchar, pero no ver. ¿Quien era Henry? ¿Por qué estaba discutiendo con él?

Me senté sobre la cama. y vi unas prendas de ropa dobladas cuidadosamente sobre la mesa de noche que estaba a mi izquierda; y sobre ellos, una hoja de papel. Era una nota.

Desperté antes que tú, eso es obvio. A mis ojos sigues viéndote extraña al dormir. Me tomé la molestia de ir a la habitación que compartes con Natalie (ya que no tienes habitación propia) y buscarte ropa limpia. Después de que te vistas, por favor baja a desayunar. Tengo el presentimiento de que llegarás tarde.

***

Hice todo lo que tenía que hacer antes de salir de la habitación. En ese mismo pasillo vi un gigantesco reloj que había escuchado antes. Era la primera vez que lo veía. Tal vez porque nunca había pasado por esa parte de la mansión. A decir verdad, pareciera que la habitación de Harry fuera la única en ese pasillo. No veía ninguna otra puerta. Me acerqué al reloj y vi la hora. Si. Iba tarde a desayunar. Caminé lo más rápido posible. Al llegar a las escaleras, vi a Harry subiendo.

¡Ah! —Exclamó— Iba a buscarte. Pensaba que no despertarías nunca.

— Hola. Buenos días a ti también —le dije sintiéndome extrañada de que no me saludara.

— Yo ya desayuné —me dijo evadiendo mi comentario—. Aunque sigue quedando comida para ti. Así que... ¡Buen provecho! —Le escuché emitir una pequeña risa burlona— Entonces... Subiré a mi habitación. Me quedaré un rato ahí y luego saldré a dar un paseo. ¡Nos vemos! —Comenzó a caminar a su habitación. Me sentí algo indignada así que lo detuve.

La Marioneta [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora