Parque de Diversiones

16 2 0
                                    

El entrenamiento duró hasta una hora después de que el sol se colocara en su punto más alto. Noah se fue para buscar un poco de agua para ambos. Me senté en la banca a esperarlo. Dos minutos después, él había regresado con dos botellas de agua de un litro cada una. Tomé una y comencé a beber desesperadamente.

— ¡JA JA JA! ¡Wow! ¡Kate! ¡Más lento! Te ahogarás —me dijo mientras se sentaba junto a mí. Bebí un poco más lento.

— ¡Estoy agotada! —Exclamé— Mi cuerpo se siente como gelatina —dejé la botella sobre la banca y me acosté sobre el suave cespéd.

— Bueno, a mi parecer no es de mucha utilidad que aprendas el combate cuerpo a cuerpo si no pones a tu cuerpo en forma.

— Ahora me dices gorda —dije con desgano.

— Pues no. No estás pasada de peso ni nada. Tu cuerpo está bien.

— Y... ¿Por qué me hiciste ejercitar tanto?

— Porque es importante que tu cuerpo esté más que bien —respondió en tono optimista—. Eso ayudará a que... ¿Cómo le decía el viejo? Eso ayudará al virus a adaptarse mejor.

— Ahh... —Exclamé pobremente mientras colocaba mi antebrazo sobre mi frente.

— Mira el lado bueno. Estos entrenamientos no durarán tanto basándome en la contextura de tu cuerpo. Unos dos meses a lo mucho.

— ¡¿Ahh...?! Sigue siendo mucho tiempo

— Cómo sea —se acostó sobre la banca y estuvimos un rato en silencio mientras recuperábamos fuerzas en nuestras extremidades).

— Amm... ¿Noah...?

— ¿Sí?

— ¿Te puedo contar algo que me ocurrió mientras Natalie estaba peleando conmigo?

— ¿Aparte del hecho de que ella te dio una paliza? Si quieres.

— Antes de... —Comencé a contar ignorando por completo el comentario de Noah— Antes de que me defendiera. Yo... Escuché una voz.

—¿Una voz?

— Si. Esa voz me guiaba. Me indicaba que movimientos hacer y en qué momento.

— ¿Te estaba ayudando? —Preguntó confundido.

— ¡Así es!

— Jmmm... —Se escuchó cómo si estuviera sospechando algo.

— No se escuchaba como un pensamiento —dije creyendo que me estaba anticipando a su próxima pregunta—. La voz se escuchaba como si estuviera saliendo de mi mente.

— Mmmm... —Noah se levantó de la banca y me extendió la mano para ayudarme a levantar— Ven conmigo.

Tomé la mano de Noah, me levanté y comencé a seguirlo. Entramos de nuevo a la mansión y bajamos al sótano. De inmediato supe que nos dirigíamos al laboratorio de Caroline.

— Creo que no soy el adecuado para explicártelo —dijo Noah.

— ¿Y por eso vamos con Caroline? ¿Ella sabe lo que me ocurre?

— Sí, y sí —dijo respondiendo ambas pregunas.

Llegamos entonces a la puerta del laboratorio de Caroline. Noah se colocó delante de ella y la golpeó exactamente siete veces. Se tomó toda la calma del mundo para hacerlo. El intervalo de tiempo entre golpe y golpe era de 1 segundo.

— ¡Pasé! —Dijo Caroline detrás de la puerta. Noah la abrió y entramos. El lugar estaba cómo lo recordaba.

— ¡KATE! —Vi a Caroline levantándose de su silla y lanzándose a mí con un abrazo— ¡Que bueno es volver a verte!

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 14, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La Marioneta [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora