Habrán pasado tal vez unas cinco horas desde que entré en ese laboratorio. Estuve durante todo ese periodo de tiempo observando como Caroline hacía cosas que parecían importantes en cada una de sus computadoras. Le preguntaba que qué estaba haciendo exactamente, pero no respondía. Durante todo ese tiempo estuvo en su rostro una expresión de esperanza. Ocasionalmente me enviaba a buscar algo en alguna de las estanterías. Pero había algo que me seguía intrigando con respecto a ella. Aunque era algo bastante obvio.
— Oye...
— Ah sí! Hay algo que olvidé mencionarte —me respondía sin apartar la mirada del computador— Estoy revisando algunos datos aquí, y si es cierto lo que dijo Natalie acerca de que en el cuarto atardecer el virus se adaptará por completo en tu cuerpo. Sin embargo... Intenta no recibir un golpe fuerte en la cabeza. Un golpe lo suficientemente fuerte podría acelerar ese proceso. Y otra cosa. Te has preguntado porque somos tan pocos?
— No. Realmente no —le respondí.
— Ah... Bueno, voy a fingir que te lo estás preguntando. Después de que el Virus B entra a tu cuerpo y se adapta a él. Hay una alta probabilidad de que tu cuerpo... Pues... Se haga polvo. Literalmente —estuvo un rato en silencio—. Pero estarás bien.
— Amm... De acuerdo...? —esas palabras no me reconfortaron. Más bien, me parecieron confusas. Debe ser porque tenía otra cosa en mente y no le puse demasiada atención a sus palabras.
— Eres algo... diferente a todos —le dije.
— Ja! Ese es un comentario tonto a mi parecer. Todos somos diferentes.
— No es eso. Me refiero a... —Respiré profundamente para relajarme y luego seguir hablando— A todos parece no importarle estar encerrados aquí. Incluyéndote. Sin embargo... Tú sabes sobre todo esto. O más bien... lo importante. Aún así... No te has revelado o no has querido escapar de todo esto.
Caroline dejó de teclear en la computadora y volteo su silla hacia mi dirección.
— El virus B... —me comenzó a explicar con una mirada sombría—... Tiene ciertas propiedades que modifican el cuerpo de su portador. Estás modificaciones son tanto a nivel físico como a nivel mental. Físicamente, hace que su portador pueda regenerar sus heridas a una velocidad considerable. Aumenta su fuerza y en algunos casos mejora sus reflejos.
— Y mentalmente? —pregunté.
— Pues... Conoces algo llamado "Síndrome de Estocolmo"
— Si... He leído sobre él.
— Pues esa es la modificación mental más notable. Todos aquí la tienen. Incluyéndote... Incluyéndome... —Eso explica porque mi fuerza de voluntad no me estaba ayudando. Estaba dañada— Tienes control sobre ciertas cosas. Pero... Cómo Robert modificó eso antes de que estuviera recorriendo tu cuerpo... —Respiró profundamente— Puedes pensar en escapar de aquí, pero créeme cuando te digo que no vas a hacerlo. No lo digo porque no quiera que te vayas. Sólo lo digo porque así es como es.
— Oh... Pero tú... Pareces ser la única que sabe de esto. Me refiero a... Lo que causa mentalmente. Porque cuando los otros estaban por desayunar, Harry le clavó un cuchillo de cocina a Noah en la mano. Luego Harry dijo "Agradece que no te volví a cortar la mano" Asumí que antes ya le había cortado la mano. Pero no quería creer eso. Es imposible que a alguien que le cercenaron la mano vuelva a regenerarla de la nada.
— Bueno, ya no es imposible. Al menos aquí. Y no sé si tengas razón acerca de que "ser la única en tener conocimiento sobre todo este tema" —hizo unas comillas con sus dedos— Lo digo basándome en el hecho de que Natalie sabe lo que le ocurre a Máscara.
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La Marioneta [PAUSADA]
Mystery / ThrillerDespués de un terrible accidente de camino a su fiesta de graduación, Kate se despierta en el hospital con solamente la compañía de un chico con máscara. Todos están desaparecidos y ella no sabe que está pasando. Y sin saberlo, puede que Kate se est...