Capítulo LXIII

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- No... Nunca lo he hecho... - el rostro de Dohko mostraba la más dolorosa expresión que alguien pudiera experimentar - Tú crees que alguien como yo, se iba a fijar en alguien como tú...

Dohko lo soltó, sus brazos cayeron al suelo fuertemente.

- Será mejor que te vayas, lárgate y nunca vuelvas... - todo era un teatro cruel, su expresión, la misma que su padre usaba con los subordinados, el mismo tono despectivo de su madre, se volvió su reflejo.

Shion caminó y no volteó, apretó sus puños hasta que sangraran, siguió dando pasos largos tratando de no romper su compostura, su madre también lo hizo en su momento, él también tenía que hacerlo, elegir siempre a la familia...

Al llegar a su habitación, se tiró en su cama, tapándose con la almohada y dando un grito del más lastimero llanto, era algo que nunca se iba a perdonar pero como todos, tenía que aprender a vivir con ello.

Escuchó a alguien tocando la puerta y ella entró...

Twilight Omens (Saint Seiya)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora