D O S

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Desperté por la mañana, mirando al mismo techo, acostada en la misma cama y con los mismos gritos mañaneros de la señora Moira Baker, gritándole a mi hermano, Sam; revolé los ojos y puse la almohada en la cabeza, las pisadas de aquel místico centauro al final de el pasillo cada vez se acercaban más hacia mi. Saqué un ojo de debajo de la almohada y por la ranura de la puerta vi las pesuñas de aquel ser parado justo enfrente de la puerta, pateó con sus piernas brutales la puerta, PAM PAM PAM, y dijo:

- Veenusss baaaker, dessspierta (hablando en cetáceo)

Solté un gruñido y me destapé, salí de la cama y fui al baño, llevaba solo una playera caída en un hombro y mis pantaletas, mi cabello rojizo totalmente revuelto, mis ojos color miel cansados y mis pecas repartidas alrededor de mis pómulos, me acerqué a la reproductora de música y puse mi disco favorito de Green day, di el agua en la ducha y me metí a bañar, salí y mire la hora en el reloj que se posaba en mi cómoda:

-mierda 7:30 tengo que correr, solté la toalla y corrí hacia mi mueble, saqué un par de cosas he hice bajar por mis pechos un sostén y por los muslos unas pantaletas, baje una polera por mi cabeza y saqué mi cabello ondulado de esta, subí unos pantalones por mis piernas rotos y ajustados, tome un suéter de mi mueble y deje caer un collar largo por mi cuello que al final tenia un dije de una cisne color dorado y algo corroído por los años, en un impulso fugaz miré hacia la ventana la cual no me había percatado que estaba abierta, desde la vereda contraria me miraba fijamente por detrás de un tronco y envuelto por su sombra un par de ojos azules, azules como lo es el lápiz lázuli, mi expresión cambió totalmente, no sabia desde hace cuanto estaba allí, corrí hasta la ventana me apoyé en el marco de este y mirando como desquiciada hacia los árboles buscando aquellos ojos, no los encontré, busque miradas en las demás casa, alguien además de mí lo debe haber visto, nada aun, refregué mis ojos y solté el aire que tenia acumulado, cerré la ventana y lo visillos, toqué mejillas, estas ardían, quizás por la adrenalina de la situación o solo porque me daba vergüenza el pensar que alguien me vió en ropa interior o peor, sin nada; de a poco iba retrocediendo buscando la manilla de la puerta a mis espaldas aún mirando hacia la ventana, antes de que la pudiera abrir esta se abrió primero y me golpeó:

S- ve, ma dice que ba... ¡Lo siento estas bien!

Me levanté algo aturdida:

V- c- claro

S- que hacías allí

V- nada, solo ve con ma, yo bajo en un segundo

me devolví acercándome hasta mi escritorio, tome mi bolso y dándole una última mirada a la ventana salí de la habitación.

llegué a la cocina en done estaba mi padre y Sam sentados en la mesa mientras mi madre como siempre nerviosa y haciendo cosas, aun preparaba cosas para comer:

v- ma, con eso esta bien ven con nosotros a la mesa

m- que lindo de tu parte cariño, pero tengo que terminar esto

me di la vuelta con un puchero en los labios, me senté en la mesa al lado de Sam

-por cierto, ve, tus mejilla están muy rojas, ¿la calefacción está muy alta?

me quede sin palabras no sabia como decir que probablemente un vecino me había visto desnuda o en pantaletas como sea , era igual de vergonzoso. mi querido hermano se apresuró a decir:

s- claro, pero en sus pantaletas

m- ¡Samuel! Yo no te enseñé así

traté de contener mi risa, pero esta se escapó de mis labios en forma muy estruendosa

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