D I E C I S É I S

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 La poca cordura que me queda toca la puerta de mi conciencia. Caigo en el cuenta que estoy en el cuerpo de Sabina, reina del oeste de Erídanos. La yo más adulta me mira con reproche desde mi cabeza con un gesto que dice "¿Nos quieres matar a todas o qué?". Trago saliva. Tengo uno de los privilegiados dones de Mami núcleo mágico del cosmos, aguardando por una respuesta. ¿Qué le digo? 

V*- Llegué aquí con la fantasiosa esperanza de que me ayudaras a sacar de encima a unos tipos malos, sólo porque yo te lo digo y así lo quiere diosito 

Me visualizo cagada hasta el cuello y con los ojos como platos mirando fijamente a Gerd. Soy una patética.  A veces caigo en cuenta de que soy una mocosa mal criada que no tiene idea de nada. Antes no me preocupaba pero ahora que las malas decisiones me están costando más caro. Siento que me faltan unas buenas dosis de realidad. 

Gerd se abalanza sobre mí y me rodea las manos y pies con su mana... otra vez

G- si cooperas consideraré convencer a Sabina de que no cuelgue tu cabeza sobre la chimenea, si te resistes y le pasa algo a mi bebé o al cuerpo de mi esposa, te empalo -hace énfasis en "te empalo" diciéndolo en un tono más ronco y severo-

Asiento 

Pone sus dedos en mis sienes, me quedo mas tiesa que cuando bailo. Después de unos segundo abre los ojos y yo sigo aquí, esperando. Igual o más tensa que cuando le pides permiso a tus padres para salir y estás esperando su respuesta. 

En su rostro se comienza a dibujar una sonrisa eso se convierte en una risita y de un momento a otro está tumbado en le cama tomándose el estómago entre carcajadas 

V*- A JA JA JA, si que chistoso, ríanse de mis pendejadas, con confianza 

G- así queee, Venus !¿eh?¡

Sigo petrificada. En un gesto bastante desequilibrado, su risa, se convierte en una cínica y vuelve a él su temple serio

G- Venus, don divino de la tierra. Proveniente de un linaje muy extenso de brujas, el eslabón perdido de él. Además del don, portadora de un fragmento del alma de el pasado don encarnado en la tierra que casualmente es tu ancestro... Curioso. Tú -señalándome con la cabeza- llegaste a mí con la misión de ¿EXIGIR mi ayuda?

Me torno color tomate. Asiento. Vuelve a carcajearse 

V*- que... ido, está este tipo

G- antes que nada ¿tienes alguna idea de donde está Sabina?

Doy una negativa con la cabeza

G- me va a querer matar y a ti aún más

Nos quedamos en silencio por uno segundos

G- niña, ¿no vas a decir nada? ¿cómo pensabas exigirme ayuda? si te pones así con sólo un reproche

siento como si fuera mi padre. hago un chequeo mental para verificar si aún sigo funcionado... y justo en la puerta que da a la sección de creatividad y pensamientos centrales hay un letrero que pone:

V*- "cerrado por fiestas"

V- emmm... lo siento -atino a decir-

G- "lo siento"... Demuestra que lo sientes y cuida de mi bebé por mí, se que no vas a intentar nada malo, lo veo en tu aura y actitud, eres inofensiva. Vístete, si tienes frío, come, si tienes hambre. Mientras iré a buscar a mi enfurecida esposa.

Se viste y se va.

Me quedo aguada entre las sábanas.

 La cosa dentro de mi parece estar dormida. En mi aburrimiento reflexiono acerca del rey Gerd. ¿Cuántos años tendrá? no creo que más de ¿veintiocho?... abro los ojos y en una de la sillas hay un hombre negro mirándome.

No estoy cubierta por nada, toda mi piel y partes pudientes están expuestas aunque parece no importarle en lo más mínimo. Se da cuenta que lo estoy mirando 

T- soy Taylor, te traje el desayuno 

No parece reaccionar a mi desnudes ¿habrá visto a la reina desnuda otras veces?

me tapo lentamente con la colcha 

T- ¿se nota que no eres de por aquí? No hace falta eso, a  no ser que te sientas incómoda, en este reino no existen esos... Complejos, pero entiendo que en tu cultura si. No es muy usual ocupar ropa si el clima no lo requiere o hay un evento importante

V*- interesante 

Hasta allí llega la conversación y Taylor se levanta del asiento

T- tengo que quedarme porque Gerd me encargó asegurarme que mi sobrino coma y mi amiga también

Se queda parado

T- ¿entiendes lo que digo? ¿hablas latín?

V- si, pero no creo que sea buena idea hablar conmigo, tampoco tengo nada importante que contar 

ignora mi comentario 

T- Gerd me dijo que eres el don de tu tierra, también me dijo que probablemente eres una adolescente ¿cuántos años tienes?

Lo miro con desconfianza, de seguro el rey le ordenó sacarme información ¿creerá que aún puedo ser una amenaza después de salir del cuerpo de su esposa?

T- no me mires así, no tienes derecho alguno, tu eres la que se robó el cuerpo no yo

V- fue por error 

T- eso es aún peor ¿tan sólo sabes controlar tu magia?

Lo fulmino con la mirada y en tono de molestia contesto:

V- si

T- respóndeme la otra pregunta

V- tengo dieciocho, cumpliré diecinueve la semana que entra 

T- a los veinte, Gerd tomó el cargo de gobernador, Sabina a los veintiuno 

V- eso a que viene 

T- a que te comas ahora todo lo de la bandeja o ya no seré amigable 

Después de comer duermo un poco. Estoy acostada arriba de la colcha y pienso en que puedo hacer para no volver a la tierra tan rápido ¿un pacto? ¿disculpas púbicas? ¿esclavitud? Me levanto de la cama haciendo un gran esfuerzo con la espalda para cargar a la bendición 

V- como pesa 

Me miro en el espejo que hay justo en frente de la cama... sucios. Sabina no es una mujer de unos treinta o veintinueve. Alta, debe de medir 1.70 o 1.68. tiene una tez blanca lechosa, pies pequeños piernas largas, algunas estrías por el embarazo, celulitis, un poco más de lo que una chica promedio obviamente también por sus cuatro embarazos. A pesar de ello su cuerpo está mucho más torneado y fibroso de lo que nunca estará el mio. Muñecas y manos pequeñas, pechos hinchados, como también las aureolas y pezones, otro gaje de la maternidad. Su cara tiene una forma ovalada, labios pequeños, pecas, una nariz respingada, ojos gigantes y de un café muy oscuro, el cabello castaño claro hasta el culo y rizado. 

V*- es una mujer muy bella -digo mientras examino mi cuerpo temporal en el espejo-

El estruendoso sonido de un par de botas trotando hacia mi, me sacan de mis pensamientos. No hago más que quedarme mirando a la puerta hasta que esta se abre de golpe por una aparente ráfaga de mana. Una mujer de baja estatura, piel negra y manos manchadas con carbón es la emisora de aquella poderosa mana sin color.

V*- puede camuflar su aura, igual que Oliv 

Cuando no me doy cuenta la tengo en frente de mi cara rezongándome a la altura de la nariz, acaricia mi panza, que ahora entiendo que es la suya, pone sus dedos entre mis cejas pronuncia "exentia" 

Vuelvo a estar ajena al mundo, vuelo, floto, vago. La advertencia de otro orgasmo mental marcan presencia y cuando voy a alcanzar la liberación entre el sonido del silencio y la paz eterna que me brinda la oscuridad de la nada. Siento como si me comenzaran a jalar desde el cráneo a hacia arriba estirándome cual goma de mascar, me falta el aire. Me comprimo nuevamente. 

INMORTALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora