Capitulo 2: Los monstruos solo asustan a los niños pequeños

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Hitsu y Nee se precipitaban a alta velocidad hacia donde indicaba el mapa, no les importaba lo lejos a peligroso que fuera, cada vez se acercaban más y más. Hitsu no podía dejar de imaginar todo lo que podría  encontrar ahí, ya que el mapa te lleva a lo que necesitas, y él creía  riquezas.

Finalmente se detuvieron en una pequeña montaña de enormes rocas, habían llegado.  Frente a el monticulo  se encontraba la entrada a una enorme a una lúgubre cueva, llena de estalactitas, telarañas y en las esquinas se podía oír chillar a los murciélagos. Al entrar en ella en el hitsuyo aparecio el dibujo de un talismán.

De repente una voz profunda se escuchó, parecía venir de dentro de la cueva, de pronto todo comenzó a moverse todo el lugar. La voz comenzó a decir más les vale huir y nunca entrar si sus frágiles vidas desean conservar,  con todo ese movimiento pareciera que la cueva misma se los estuviese diciendo. Al principio esto les infundio terror, haciéndoles temblar jasta los huesos a este par de semiladrones, pero después de un rato la avaricia pudo más que el miedo y Hitsu decidió entrar, Nee lo siguió sin presentar ninguna oposición. El joven pensaba que con todo lo que obtuviese de este pequeño "prestamo", podría  tener todo lo que anhelara y nadie podrá detenerlo jamás, ni siquiera su madre.

Al entrar a la cueva todo parecía estar cubierto por una gruesa capa de polvo, telarañas y animalejos. Comenzaron a buscar ahí y haya, pero parecía otra cueva común y corriente, sin nada en especial. Hitsu comenzaba a perder la paciencia, y le empezó a doler el orgullo al pensar que volvería con las manos vacias.

Hasta que Nee, exhausta de buscar intento recargarse en una pared, peo su mano se hundió entre la telaraña y el polvo , no pudo evitar gritar con bástate fuerza alertando a Hitsu de lo que pasaba. Al parecer activo un mecanismo que abrió una enorme puerta de piedra, levantando una gruesa cortina de polvo. Cuando esta comenzó a disiparse pudieron observar un cámara de la cueva llena de agujeros repletos de joyas y oro,  justo en medio y en lo alto, un talismán, era idéntico al que estaba en el mapa, ahora es lo que necesitaban.

Pero no solo vieron eso, si no que también, lo que parecia una figura aterradora. Era una bestia alta y huesuda, con dientes enormes como de tiburón  y cubiertos de sangre; unos ojos extrañamente pequeños, los cuales parecía que les perforaba en alma; tenía unas piernas y brazos largos, que estaban encorvados, al final de estos brazos en las manos y pies, no habia deosasolo unas garras parecidas a estacas de metal; y tenía una piel negra y brillante que reflejaba los leves rayos de sol que aún lograban entrar a la cueva. Al rededor del monstruo se podían ver muchos cadáveres de animales ñ, de humanos y de cosas que parecían humanas.

Entonces Hitsu en un acto de valentía o estupidez, se lanzó hacia la cámara y por el talismán, intento tomarlo, pero el monstruo lo jalo con su garra hiriéndolo en la espalda y ropiendo su uniforme. Nee grito asustada llamando la atención del monstruo, Hitsu aprovecho la oportunidad y volvió a intentar tomar el talismán, pero volvió a fallar cuando  piso un hueso al correr, y atrajo la atención del monstruo hacia él. El monstruo lo persiguió varios minuto por toda la cámara de la cueva, ropiendo huesos y más huesos, parecían estar jugando a las traes. Gracias a todo eso, Nee se dio cuenta de algo relevante para poder tomar el talismán y, claro, sobrevivir, el monstruo no les prestaba mucha atención si no hacían ruido, al parecer era ciego; Entonces Nee grito a Hitsu:

- Mira si no haces ruido no podrá saber donde estás tan fácilmente, cuando tomes el talismán tendrás que correr y yo cerraré la puerta. Listo?!

En ese momento el monstruo localizo perfectamente a Nee con sus gritos de vieja loca y se lanzó hacia ella, Nee la esquivo lo más rápido que pudo pero  alcanzo a herirle la cara con su garra. Hitsu al ver esto, supo que no había tiempo ya, y sin pensarlo dos veces llamo su atención de nuevo, golpeando un par de huesos grandes  que estaban en el piso.

Cuando Hitsu vio que el monstruo se acercaba a él se colocó justo debajo del talismán, parecía maratonista a punto de iniciar la carrera, movía todo el cuerpo. El monstruo rápidamente corrió en su contra, no iba a dejar que se mofaran de él, el muchacho esquivo al monstruo, y ahora el monstruo estaba debajo del talisman, ambos estaban casi frente a frente. Hitsu tomó impulso y dio un gran brinco para volver a esquivar su ataque, y usándolo como una plataforma para tomar impulso y llegar al tan ansiado talismán. Una ves que tuvo el talismán en sus manos y cayó al piso, comenzó a correr hacia la puerta a toda la velocidad que le permitian su piernas y grito "ahora Nee". Nee tocó el botó de nuevo con toda su fuerza, y una vez más se sello aquella puerta de un solo azoton levantando otra pequeña nube de polvo, y golpeando al monstruo en la cara. Hitsu apenas logró salir de la habitación de la muerte segura , ambos chicos corrieron agitados y con la adrenalina a flor de piel a la salida de la cueva y luego lo más lejos que pudieron de aquel lugar.

Después de varios kilometros llegaron a un camino de tierra con algunos árboles frutales al rededor y ahí decidieron descansar e intentar planear que era lo siguente por hacer. Hitsu estaba muy feliz, aunque realmente muy muy exhausto, si vendía el talismán podría financiarse perfectamente por varios años. Pero mientras reía sentado en una piedra con la cara cubierta de sudor, el mapa mostró el siguiente destino  al cual ir. Y antes de poder pensarlo mejor ambos ya se encontraban caminando a su siguiente sitio, parecía que el peligro latente de morir ya no les afectaba demasiado como hace unos segundos...

Hitsuyo [Se Va A Reescribir Por Completo ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora