Capítulo 15: El amor te ciega, pero la venganza aún más

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Hitsu esta cómodo en lo que parece una cama, no habré los ojos aún, solo repite una canción pegajosa del radio en su cabeza. Mueve sus pies al son de la canción, cuando de la nada es interrumpido con una patada. Hitsu abre sus ojos y ve a un chico de cabello negro, piel palida, ojos violeta, orejas de lobo, y una cara de pocos amigos. Por detrás ve a un chico de cabello rojo risado y ojos verdes que lo saluda amable. Hitsu no sabe que ocurre, así que sólo vuelve a cerrar los ojos, esperando a despertar de este extraño sueño.

Hitsu temía el simple hecho de abrir los ojos, y que todo siguiera igual, pero alguien tomó su mano con un poco de amabilidad, era una mano delgada y fina, quizá la de la mujer que lo salvo. Él también tomó aquella mano con fuerza, pero de pronto sintió tremendo pellizco en el brazo, una patada en la cadera y un grito fulmunante en sus oidos:

-No hay tiempo para llorar, ni para dormir Hitsu Bain, levantate!!

Esa voz, era ni más ni menos, que Izu, con una cara de, de? Pues de dulce rabia se podría decir, ya que por un lado le alegraba que Hitsu estuviese bien y por el otro quiere arrancar su cabeza.

Aun no estaba segura de cual pensamiento predominaba más, cuando Kiriko dijo mientras hacia una cara de buena persona a unos metros:

-Ya no le digas sus cosas, ni lo lastimes, pobrecito.

Izu volteo y miró a Kiriko con cara de asco. Pues él era, el que la había incitado a darle su merecido, y enviar la carta, pero luego fue quien le pidió que fuera salvarlo, y ahora quería que no le hiciera nada; era mas bipolar que un Monsuta borracho. Izu suspiro, y asintió, después de todo el tampoco estaba seguro de nada, lo trataron como a un monstruo asesino, y eso creía que era cuando la incitó, más ella misma se había metido en su cabeza durante la semana, diciendo que podía ser bueno y ayudar. Al final su bipolaridad es culpa de Izu, definitivamente.

Por otro lado Hitsu pudo apreciar mejor al chico con cara molesta que vio al despertar, era un Okim. No sólo era uno, si no tres, y no eran unos Okim cualquiera, eran los príncipes Oke, Ori y Kima. En ese momento el porque de la carta tenía sentido en su cabeza, pero no entendía, PORQUE ESOS TRES VAN A AYUDAR A IZU?! Qué podía ofrecer una chica como ella?

De pronto tanto Izu como Hitsu, tenían sus miradas entre cruzadas, esperando en que uno de los dos dijera algo. Pero nadie dijo nada, solo era un momento de silencio incómodo, que solo pudo romperse con Izu tomando de la mano a Hitsu, mostrandole una dulce sonrisa, y lanzando lo con todas sus fuerzas de donde había dormido.

Hitsu estaba desconcertado, en su escala propia de la fuerza (basado en todas las personas que le habian dado una paliza este último año), Izu estaba en el segundo puesto. Pero que demonios había comido estos días, paso de ser una niña concentrada en sus estudios, a ser una salvaje super fuerte. Hitsu se levantó del piso con raíces cuadradas y ecuaciones sobre su cabeza intentando entender, estaba tan confundido que casi vomitaba. Mientras tanto Kiriko reprendió a Izu, por ser tan brusca:

- Que te pasa, no podrías ser mas amable?! Ayer casi se lo comen en la cena, y tu no puedes ser un poco mas linda!!

La mirada de Izu se oscureció y dijo:

- Claro que puedo.... Pero no quiero -sonrió-

Kiriko suspira, y le da un pequeño sape para que le preste atención:

-Creo que te afecto pasar tanto tiempo con Monsuta, además de tu terrible actitud infantil que no se te a quitado para nada en 3 años.

-Si ya me conoces, mejor no esperes algo diferente de mi -Dijo Izu en un tono infantil y lanzándose a abrazar a Kiriko, después de todo eran como hermanos-

Hitsuyo [Se Va A Reescribir Por Completo ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora