Capituló 6 : Las ciudades son los mejores lugares para los buenos rencuentros

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Después de sus problemas en el bosque, Hitsu y Nee por fin llegan a la ciudad de Chou-shi, una ciudad llena de cosas extrañas y sobrenaturales, ciudad de monstruos. Hitsu se queda sorprendido ante la bulliciosa y rara ciudad, central del comercio, y hogar de muchas especies extrañas y antiguas como son los Dakum, Selar, Imiam, entre otros, así también como los últimos de la especie real Pinsai. Pero lo principal para Hitsu y Nee, es su necesidad de encontrar comida.

Quince minutos pasados después del arribo de Hitsu y Nee, a la ciudad llegan Izu, Imoku, Monsuta y Meido, por algún motivo Izu estaba segura de encontrar a Hitsu por los alrededores. Y ya que ellos también morían de hambre decidieron entrar a la ciudad. A Izu no le importaba mucho su estomago, en lo único que piensa es que están muy cerca de Hitsu y pronto podrán atraparlo, recuperando lo que es suyo, y olvidar este incidente.

Hitsu y Nee llegan a un puesto de lo que parece comida rapida, y lo mas importante barata; lo que vendian era una revoltura extraña de vegetales y carne de animales desconocidos. Hitsu intenta pagar con dinero normal a lo que el vendedor respondía:

-aquí solo aceptamos shos niño tonto, tus papelitos no valen.

Antes de que Hitsu comenzará a discutir como siempre, Nee saco de su mochila los llamados shos y pago al vendedor la comida, eran monedas con ave rosa extraña dibujada por un lado y por el otro una flor de piedras rosas. Se sentaron en una banqueta para comer y ver pasar a los extraños habitantes del lugar. Hitsu comenzó a analizar por primera vez en años lo que pasaba, y lo extraña que en realidad era Nee en todos aapectos, pero sobre todo el por qué sabía tanto de este lugar. Cuando iba a comenzar a cubrir a Nee con sus dudas y satisfacer su curiosidad, Nee lo detuvo poniendo su mano frente a su cara y diciendo:

- será mejor que te apresures a comer y salgamos de aquí rápido o Izu podría alcanzarnos arruinando nuestro pequeño avance.

Hitsu asintió y termino de comer rápidamente, caminaron por varias calles. Hasta que Nee lo detuvo entrando ella a una tienda y haciendo que Hitsu esperará afuera. Como si fuera un perro al cual no podían dejar pasar.

Mientras tanto Izu y los otros comían en un buen restaurante con un amplio techo bien adornado con pinturas de guerra, mesas grandes y detalladas, y sillas de madera fina y pintadas a mano. Monsuta, Imoku y Meido tan solo dijeron: lo de siempre, pareciera que venían muy seguido por aquí, les trajeron unos fideos un tanto extraños, a Izu le dieron un plato igual, pero ella ni siquiera los probó. Los demás estaban distraídos comiendo, Izu aprovecho para escabullirse y buscar a Hitsu por su cuenta, su instinto le decía que estaría en la ciudad. Llevaba ya diez minutos caminando y parecía que sus instintos le estaban fallando por primera vez en 6 años.

Nee salía de la tienda, ella y Hitsu comenzaron a caminar por una calle transitada. En esa misma calle estaba  Izu, quiem los pudo divisar con mucha facilidad por el uniforme extravagante que usaban. Por alguna razón Hitsu sintio la necidad de mirar hacia atrás,  y al hacerlo vio a Izu, quien lucía una tremenda cara de asesina y de satisfacción.

Y así comenzó una persecución por varias calles y callejones, en realidad nadie les tomaba mucha importancia, esto era ya muy común por aquí. Hitsu y Nee corrían lo más rápido que podían, aventaban personas y tiraban cualquier cosa a su paso para obstaculizar el camino de Izu, pero Izu parecía no cansarse y cada obstáculo que le ponían lo esquivaba con gran rapidez parecía algo sobrenatural.  Aun así Hitsu y Nee le llevaban varios metros de ventaja,  que parecían ser pocos a la vista de ambos. Pronto los tres entrarían a un concurrido mercado y ahí los perseguidos podrían esconderse con facilidad. Si Izu lograba alcanzarlos antes seria su fin o incluso si les ganaba un poco de terreno, ya que sería muy fácil seguirles el paso en el mercado.

Izu estaba a punto de ganarles terreno y poderlos atrapar en el mercado, parecía que ganaría esta vez. Entonces Monsuta la tomó de la blusa deteniéndola y dejando que Hitsu y Nee escaparan entrando al mercado. ¡Noooo! grito Izu con la mano estirada hacia el mercado, mientras Monsuta la llevaba arrastrando con los otros y le reprendia.

-pensaste que podrías escapar chiquilla, no eres más que una tonta, da gracias que ya comí y estoy de buen humor o si no te habría convertido en sushi y vendido en el mercado. No te sientas mu y libre de hacer lo que quieras, aquí mando yo y tu eres mas como una mascota.

Y así Monsuta la dirigió hasta el conocido barrio de los mercenarios, al parecer quería contratar a alguien que fuera más efectivo para atrapará a Hitsu. Dejó a Izu junto a Imoku para que este la cuidara, el muchacho la tomó de la mano.

-cuídala que si vuelve a escapar te culpare a ti (anteriormente no lo hizo ya que él mismo era quien cuidaba a Izu) iré a hablar con una mercenaria que verdaderamente nos ayudara a rastrear a Hitsu.

Izu se dejó caer y solo estaba ahí sentada con una mirada en blanco, miraba al piso mientras dibujaba siluetas extrañas en el suelo de tierra, parecía muy molesta por lo que había pasado con Monsuta, y claro, su actual sustitución por una mercenaria. Cómo si algo se apoderará de ella comenzó a susurrar.

-ayudar a encontrar a Hitsu, alguien de esa especie? dime algo que no sepa, jajajajajajaja

La chica rio de manera ligeramente macabra, de repente se levantó como una demente, tomo la espada de la cintura de Imoku y se lanzó contra Monsuta gritando idiota ya iba a atraparlo. Imoku y Meido la detuvieron casi al instasnte, apenas entre los dos podían frenarla, y aun así, ella avanzaba poco a poco, parecía animal rabioso. Al parecer esta vez estaba decidida a darle su merecido a Monsuta, sus ojos se habían tornado totalmente a un rosa brillante y su fuerza era demasiada. Mientras discutían Monsuta y la mercenaria, la mercenaria noto la escena y grito molesta.

-díganle a la niña que se calle estamos discutiendo buenos negocios!.

Entonces Izu se soltó de sus captores y le grito:

-tú no te metas Saloji ahhhhh

Izu se dirigió a atacarla, y en vez de defenderse  la mercenaria se quedó sin palabras, ni si quiera se movía, y tenía una cara como si hubiera visto al fantasma de sus pesadillas, y todo por escuchar su propio nombre viniendo de aquella niña...

Hitsuyo [Se Va A Reescribir Por Completo ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora