El día pasó volando como las gaviotas que planeaban cerca del barco. Lolbit había ido a cambiarse sus ropas mojadas por algunas más secas, luego de pasar casi media hora temblando y tiritando por causa del agua.
No volteó ni un segundo pero pudo sentir la sonrisa burlona de su capitana sobre él cuando se retiró de su puesto para cambiarse. Llevaba esa sonrisa en su rostro desde que lo lanzó al mar.
Cuando volvió a su lugar, la albina ni se inmutó ante su llegada. Por un momento pensó en hacerle frente pero no quería volver a tomar otro baño en aguas que estaban infestadas de tiburones o morir de hipotermia, así que solo atinó a cerrar la boca y permanecer al lado de su líder hasta que ella decidiera rotar sus puestos.
Al caer la noche, el cielo se encontraba extrañamente escaso de estrellas y una media luna se veía reflejada en las aguas. El piloto ahora se hallaba en su camarote, escribiendo algunas notas en su cuaderno. Palabras sin sentido que anotaba una y otra vez hasta quedarse dormido, un truco que le funcionaba bastante cuando no podía dormir muy bien.
Bostezando escribió la décima octava palabra, creyendo que ya era suficiente por esa noche.
–...—sonríe con malicia—Humn...
Hasta que se le ocurrió una idea.
Salió de su camarote y dirigió sus pasos hacia la cocina. Buscó algunas cosas en las alacenas y cuando encontró todo, las cerró y fue hacia el camarote de su capitana...
La puerta del mismo estaba extrañamente entreabierta. Era la oportunidad perfecta para el piloto de vengarse por lo que la albina le había hecho.
Respiraba en silencio intentando calmar los fuertes y rápidos latidos de su corazón, sabía que lo que estaba a punto de hacer requería el mayor silencio posible y si su líder lo descubría...bueno, no saldría muy ileso que digamos.
Entró a la habitación lentamente. Vio que la albina estaba pacíficamente dormida sobre su escritorio, con su cabeza depositada entre sus brazos y la luz de la luna que traspasaba la ventana detrás de ella, iluminando su figura.
El piloto se quedó observándola, para él se veía muy tranquila y hermosa. Casi comenzaba a arrepentirse de lo que iba a hacer.
–...
De repente, sintió que algo rozaba su pierna. Miró hacia abajo y se encontró con Percy, quien lo miraba con curiosidad.
–—susurra mientras le acaricia la cabeza—Percy, si no quieres que muera lo mejor será no hacer ni el más mínimo de los ruidos. ¿Entendido?
El zorro fenec solo asintió con la cabeza y movió su cola emocionado. Quizás recibiría una buena reprimenda de su dueña por no detener al piloto en su fechoría pero valdría la pena si podía verla reír una vez más...Si es que lo hacía.
Lolbit se acercó a su líder con aquel pincel en mano admirando su mortal belleza. La albina se removió un poco pero afortunadamente no se despertó.
Inclinó sus orejas inseguro. Por un momento se imaginó a ambos sentados sobre la cama de aquel camarote, mirándose fijamente hasta que sus rostros se iban acercando cada vez más...
“Sabes que quieres hacerlo”, murmuró una voz algo maliciosa en su interior...
De alguna manera, reunió todo su valor para vengarse de ella. Sabía que consecuencias traería su travesura (la cual era bastante infantil...), pero también sabía que la albina no lo asesinaría, por mucho odio que hubiera en sus amenazas.
Debía confiar en lo que le había dicho Ray. Después de todo, el peligris la conocía mejor que él.
Cuando terminó, salió del camarote de su capitana cerrando con cuidado la puerta y despidió a su peludo cómplice acariciando su cabeza.
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Recuerdos de un Amor Pirata (Funtime Foxy x Lolbit)
FanfictionAntes que nada los personajes de FNAF son propiedad de Scott Cawthon. Este fanfic es una precuela de mi historia foxangle "Tu espada y la mía, unidas por el Hilo Rojo". Te recomiendo leerla si quieres entender mejor la historia nwn. Francheska Funti...