Mi nombre es Emily , llevo huyendo de lo que parece un hombre extremadamente blanco durante bastante tiempo y sin rumbo alguno, no sé que hacer y esa cosa se aproxima a mí, sin rostro y de unos 3 metros de altura. Aquella cosa me vigilaba desde la ventana de mi dormitorio, yo me levanté unicamente para mirar y reflexionar cuando me senté allí lo ví a pocos metros de casa, salí corriendo ya que no podía pedir ayuda, mis madre se encontraba trabajando en su guardia nocturna y mi padre en un importante viaje de negocios y aquí estoy... en mitad del bosque, intentando salvar mi vida mientras paso por una tremenda oleada de frío, estoy perdida, hecho la vista atrás y parece ser que le llevo algo de ventaja, sigo corriendo y veo una cabaña que parece algo abandonada dadas sus condiciones y apresurada y con poco aliento intento abrir la puerta pero no abre asi que comienzo a aporrear la puerta con mucha agitación.
PUM PUM
-Oh, vamos...-maldigo.-ALGUIEN DEBE VIVIR AQUÍ.
Me he dado la vuelta y aquella criatura se aproxima, estoy siendo atacada por mi propia adrenalina que no puede conmigo misma.
-Venga, venga, venga...-digo golpeando la puerta sin perder la vista de aquello.
La puerta se abre y yo caigo de cara al suelo del interior de la casa, me levanto rápido, cierro la puerta, me apoyo en ella y suspiro con los ojos cerrados.
-Salvada...-Cogiendo aire.-No debería de hacer esto nunca más...
-¿Hola?-Dijo una voz que se encontraba a pocos centímetros de mí.
Abrí los ojos y encontré a una especie de muchacho de mi edad, él me miraba con intesa curiosidad, como si me estuviese analizando, yo simplemente me quedé helada con ojos de terror al ver un hacha a su lado.
-Eh, eh, eh.-dice cogiendome de los hombros-Tranquila, no voy a hacerte daño. No entiendo como ha llegado alguien como tú a estas horas de la noche hasta aquí. Me llamo Toby, ¿quién eres?
Yo estaba en shock y no podía responder con normalidad.
-S-so-soy E-Emily...
-¿Qué te trae por aquí?
-Me está persiguiendo "algo" espeluznante, es difícil de explicar, nunca había visto algo así antes, era realmente aterrador, debe de seguir merodeando por aquí...
-¿Cómo era él?
-Demasiado alto, como tres veces yo. Totalmente blanco y sin rosto.
-Slender...-Suspira.-Ven pasa.-Me dice haciendome un gesto para pasar al pasillo.
-HUELE A CARNE FRESCA.-Olisquea un chico también de mi edad desde una de las puertas, tiene el pelo negro, muy pálido. Una sonrisa tallada a cuchillo de oreja a oreja, sus ojos son extraño, viste una sudadera blanca ensangrentada, unos pantalones negros y zapatos blancos.
Pego de nuevo un grito, aquel chico me mira con ansia mientras se acerca poco a poco a mí, mi pulso se acelera nervioso maldiciendo haber entrado allí, esta a pocos centímetros de mi cara, intentaba no mostrarme asustada, pero no dio resultados muy exitosos.
-¿Q-qué quieres?-Tartamudeé
-Matarte...-Me susurro al oído.
Inmediatamente me lo saqué de encima y me protegí con el hacha que había al lado de Toby.
-Jeff, deja de asustarla.
-Oh, vamos Toby deja de cubrir a las víctimas.
Jeff me miraba y yo levanté el hacha con poca seguridad y aun menos estabilidad.
-Atácame.-me pidió.
-¿Ahora la dejarás en paz?-Toby cogió el hacha que yo alzaba y la guardó- No creo que haga falta hacerle daño, no te ha hecho nada.
-No voy a hacerle nada a una chica así vestida..
Me miré y recordé que iba en una simple camiseta como pijama.
-¿Prefieres jugar?
-No te atrevas a acercarte, imbécil-respondí asustada.-Te lo pasarás bien, así quizás me piense si matarte o no.-Me dijo aquel chico siniestro colocando la mano en mi muslo y subiendo con ella mi camiseta.
-Déjala en paz-Lo empujó- deja que se vaya.
-¿Celoso?
Toby sin contestar su a pregunta, cogió mi mano y me llevó a su habitación.
-Tengo frío y quiero irme a casa...-reproché.
-Toma un pantalón y lo siento, no podré llevarte a tu casa, Slender debe de seguir vigilando por ahí, no es seguro sacarte de aquí. Tendrás que quedarte esta noche aquí. Dormiré en la silla, así tú podrás dormir en la cama, comodamente.
-Insisto.-dije- Dormiré yo en la silla, es tu casa y no tienes porque hacer eso por mí.
-Debo hacerlo, por un día en la silla no moriré asi que, todo tuyo.
-Si duermes ahí, no descansaré tranquila.
-La cama es lo suficientemente grande para los dos.-Dijo levantándose en la dicha silla.-Pero será mejor que duermas, yo haré guardía y no dormiré, quien sabe lo que querría hacer Jeff.
-De acuerdo...
Él se sentó y yo a su lado me acosté, abracé su cómoda almohada y cerré los ojos para poder complacer a mi cansancio.
***
Me desperté por la madrugada y me encontré con un Toby cansado y dormido, sentado a mi lado. Le pasé una manta por encima, en el fondo le agradecía muchísimo que me ofreciese su cama e intentase proteger a alguien completamente desconocida como yo. En ese instante me volví a dormí.
***
Estaba desperezándome cuando froté mis ojos cansados, para poder desperezarme y agradecérselo a Toby. Así que, abrí los ojos.
Pero casualmente no estaba en la habitación de Toby, nisiquiera en su cabaña.
Había despertado en mi habitación, mi casa.
¿Que había pasado?