Culpable

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Que permanezcan por siempre las ganas, que ganas de besarte, que ganas de abrazarte, que ganas de no besarte, que ganas de buscarte, que ganas de encontrarte, que ganas de perderte, que ganas de reencontrarte, que ganas de quererte, que ganas.

En la que desaparezca cualquier tipo de mentira por muy piadosa que resulte, la necesidad de contar la verdad se irá creando a través de una bonita palabra llamada confianza. Exponer a cada momento la ilusión de quererse libres, con respeto a la libertad y con un poco de miedo a, tal vez, dejarse querer.

Otorgarte la seguridad que necesitas es un placer que pocas personas comprenden, pero el placer de hacerte enfadar para sacarte una sonrisa en seguida, permíteme decirte que me crea cierta dependencia diaria.

En cuanto a la libertad que me enamora, quererte libre es un mandamiento directo de mi sistema límbico hacia mi corazón. Huye de cualquier necio que se sienta capaz de colocarte cadenas, esta relación ama tus alas y comprende tus decisiones. Amor es que me elijas a mi diariamente sabiendo que tienes la elección en tus manos, pero de eso, nos encargaremos entre los dos.

Me encuentro con la duda de si quiero quererte como yo se querer, o de si debería quererte de una forma totalmente renovada, dejarme llevar por tus locuras son mis clases particulares favoritas, de las cuales aprendo cada día algo que pensaba que ya conocía. Es curioso que contigo aprenda lo que ya creía aprendido; creo que vale la pena dejarme llevar por ti una vida más.

Risas, muchas sonrisas y vueltas atrás en el tiempo, convertirnos en niños juntos para darle una lección a los adultos. Que no falten las risas flojas, que no falten todos los tipos de risas que se te ocurra producir, desde la risa de ardilla rozando lo patético, hasta la inspiración sin sonido que no te permite respirar, pero ríe, ríe hasta que te olvides de la fecha en la que estamos.

Sobre el sexo, todo lo que debes saber es que necesito irme de viaje continuamente a visitar cada uno de tus paisajes. Entrégame tu espalda y yo me encargaré de que todos mis sentidos se unan para crear poesía a lo largo de tu columna, las zonas más pecaminosas de tu cuerpo estarán a salvo del lobo hambriento hasta que haya dejado su huella en cada una de las montañas de tu bosque.

Eres la culpable de estas letras, también eres la culpable de que me empeñe en descomponer mis palabras para que me leas entre líneas, de que prefiera la escritura a todo. Si tú también tienes una culpable- creadora de versos, dale las gracias.

ConociéndomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora