Mi lugar de siempre.

36 4 0
                                    

Te pienso para evadirme un rato de mí mismo, para encontrar un pequeño reflejo de luz entre tantas sombras oscuras que insisten nuevamente en tapar el paisaje. Eres mi paz, mi río en calma sonando perfectamente armonioso acompañado del canto de unos jilgueros que pasaban justamente por ese lugar, en mi lugar de siempre.

No eres siempre, ya sabes que las personas como nosotros desconfiamos de los siempre por obsesionarnos con un tal vez. Pero eres como siempre me he querido sentir; si realmente eres mi siempre, nunca te habría imaginado así.

Te vivo para aprender a vivir, te enseño para aprender de ti, si te hablo es porque quiero que me hables y si te escribo es porque quiero leerte. Valoro que me rescates continuamente para acompañarme a viajar a mi lugar de siempre, destruyes todos los tópicos heroicos en el que la princesa es rescatada por un noble caballero, tú misma te vales para escapar de tu castillo y buscar por tu cuenta ese noble caballero que sea capaz de seguirte el ritmo.

Hablando de tópicos, conseguiste que nuestros cuerpos cubiertos destruyan todos los ideales sexuales soñados. Me tragué varios años ignorantes de asegurar que el tamaño era lo más importante cuando conseguimos corrernos ambos con los pantalones puestos. No se como llamarlo, mágico me atrevería a decir, aunque contigo la meta de correrse no es lo más placentero, el camino hasta esa meta me atrevo a llamarlo amor.

Si vuelvo nuevamente a ti es porque te encuentras en mi lugar, en mi pequeño rincón de armonía, formas parte de él y encajas perfectamente en su melodía. Me das justamente la paz que sueño darte; ese es nuestro secreto, aportarnos crecimiento continuo. Por ello logramos crear una danza perfecta, una conexión entre miradas digna de escuchar, una lucha entre artistas por conseguir el primer abrazo.

Ahí estás, donde siempre he estado y donde siempre quise estar, si vas a quedarte más tiempo solo te pido que sonrías, tu sonrisa crea sintonía con mi paz, por eso sé que me quieres.

Quédate y sé feliz, mi lugar permanecerá siempre y tu visita es innecesariamente rutinaria para alegrar las flores, las flores seguirán al sol, el sol me dará luz y yo usaré tu reflejo para verte crecer, para darte otra vez tu primer abrazo, para que te corras con ropa puesta, para que te quedes, en mi lugar de siempre.

ConociéndomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora