Desde dentro.

19 1 0
                                    

De lejos tengo la manía de intentar acercarme un poco más a mi yo, pero yo no soy así, o tal vez si lo soy y me niego a reconocerlo.

Hipocondriaco, temoroso, inmaduro, incluso egocéntrico, me auto-diagnostico síntomas que no existen para un futuro inventado con el fin de torturarme innecesariamente. Si me quedo solo conmigo mismo no estaría en buena compañía, por eso mi soledad no vale de nada si no aprendo a acompañarme.

Me he metido en tantos agujeros que ya me sé de memoria el sabor de mis rodillas clavadas en el fango. Parece que le he cogido el gusto a arrodillarme frente a mi reflejo por miedo a mi mirada.

No soy un cuerpo arrodillado en un agujero oscuro, ni un niño aterrorizado por el monstruo que hay al otro lado de la puerta. No soy una manzana inmadura que no quiere caer del árbol, hace tiempo que estoy cayendo sin paracaídas. No soy el centro de un mundo que no existe, giro alrededor de un camino imaginario para alcanzar una realidad existente.

No soy muchas cosas para poder ser otras; estoy en el momento perfecto para crear mi propia escalada y dejar atrás todo lo que mi mochila no puede cargar. No soy para ser lo que quiero ser.

Soy un desastre, un caos desorgonizado en busca de la felicidad, un joven inmaduro que solo desea decirte: "me gustas mucho". Tengo ilusiones de cuentos infantiles encerradas en un libro erótico para adultos.

Me fijo en ti antes que en mi y esa es mi mayor barrera para lograr quererme. Tengo 0 de egoísmo cuando estoy contigo, pero me convierto en un egoísta cuando me encierro en mí mismo. Que paradójica es la mente, soy consciente de todas las cosas que estoy haciendo mal y aún así no hago nada para solucionarlas.

Pero soy, soy mío para poder ser de alguien, soy lo que siempre he querido ser aunque me niegue a reconocerlo, soy un hipocondriaco que siempre sabrá diferenciar lo que es mejor para ti, para mi. Soy un niño aterrorizado que abre la puerta y vence al monstruo si puede hacerte daño, soy un inmaduro que pretende vivir mil fantasías contigo para darle una lección a los adultos y si; egocéntricamente pienso que soy merecedor de que seas el centro de mi mundo.

Me encuentro desde dentro simplemente para verificar que soy lo que quiero ser, no quiero ser así, pero así soy. Es paradójico, pero tentador.

ConociéndomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora