Aterrizaje.

26 1 0
                                    

Si suspiro por acariciar mis miedos pierdo tiempo para superarlos. Soy tal vez, un hipocondriaco del terror; escribo versos en su honor y me da inseguiridades a cambio.

Me incita, casi siento que me obliga, a cerrar los ojos y desrrealizar lo que más quiero. Entonces, me encuentro; perdido pero buscándome, desorientado, pero encontrándome.

No soy de rendirme facilmente, por ello sigo andando por el sendero aunque no pueda poner los pies en la tierra. Me acompañan, agarrados de mis brazos, mis ami-enemigos responsables de causar la inseguridad de mi corazón.

Camino y te veo en mi reflejo, si tuve la ocasión de poder ver mi rostro por última vez, decidí ver el tuyo de primeras.

Te debo los pies que no tengo para caminar por una ruta inventada, por eso estás aquí, porque me haces volar.
Por ti salté sin colocarme las alas hasta el fondo del agujero del terror, dónde lo evitable se transforma en inevitable y las anticipaciones en algo presente.

Me sumerjo más y más en el agujero, siendo consciente de que hay un final; por eso me tiré de cabeza, prefiero ver mi precipicio sin ojos prestados.

Caigo y caigo sin paracaídas... sin lógica ni razón, me late el corazón más fuerte cuando pienso en mí mismo, y eso que lo dejé todo por ti.

Pero vivo, mientras caigo, vivo, sonrío por no tener los pies en la tierra y soy feliz cuando me doy cuenta de que no me coloqué las alas. Entonces vuelo imaginariamente para acariciarte la espalda después de horas de sexo; te estoy demostrando que sin ti mi caída no sería posible, advirtiéndote de que quiero que te vayas lejos cuando aterrize.

Y por fin me encuentro, soy lo que siempre he querido ser en potencia, vivo con miedo de mí mismo, pero vivo, mi inseguridad no impide mi felicidad, mis complejos no dejaron nunca de quererme. Ahora te siento más, ahora siento el viento que acaricia mi cara cuando caigo, soy capaz de abrir los ojos aunque la presión de la caída quiera cerrarme las pestañas; y allí estás, en el principio de mi final, no estoy seguro de si me atrevo a aterrizar.

ConociéndomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora