Conociéndome

Piezas.

Me encanta pensar que cada uno de nosotros somos capaces de completar a alguien, que no necesitamos nada más que a nosotros mismos para rellenar piezas que necesiten apoyo. Sin excepción y siendo objetivo, somos seres que necesitan completarse, pero que, al unísono completan a otros. Siempre he pensado que necesitamos la compañía de otro; individualmente rendimos correctamente, pero en sintonía de otra persona somos más eficaces.

Por eso pienso en piezas perfectamente diseñadas para encajar en un sitio en concreto, dejando de lado cualquier referencia a "ser imperfecto" y defendiendo la idea de "perfecto en otro espacio". Entonces, entendiendo que sí somos perfectos solo necesitamos buscar un hueco en el que encajemos perfectamente y, al mismo tiempo mostrar nuestro vacío para que posibles candidatos puedan rellenarlo.

No somos eternos ni permanecemos estables durante el tiempo, somos fácilmente modificables y fugaces, tu vacío puede ser idéntico al mío hoy, pero mañana puede que me resulte incomprensible. Con esto quiero decir que el transcurso del tiempo origina modificaciones en nuestra forma de completar a otros, no son modificaciones negativas, ni positivas, ni mucho menos conducen a tu perfección; tú ya eres perfecto, pero moldeable.

Hablo de que el tiempo cambiará tus encajes tantas veces como busques un hueco en el que encajar, al mismo tiempo, esos huecos vacíos se irán modificando con el tiempo, dejando unas posibilidades mínimas de encajar en un hueco durante el transcurso de la vida.

Somos piezas perfectas y cambiantes formadas por un hueco fácilmente moldeable, buscando encajar en otros huecos cambiantes y permitiendo el paso a otras piezas moldeables deseando completar nuestro hueco fugaz.

Durante la difícil misión de "encajar" y "ser encajado" pasarán miles de sucesos que desencadenen modificaciones que no deseamos y nos obliguen a empezar de 0, pero no olvides que, incluso sufriendo cambios, sigues siendo perfecto.Me encanta pensar que cada uno de nosotros somos capaces de completar a alguien, que no necesitamos nada más que a nosotros mismos para rellenar piezas que necesiten apoyo. Sin excepción y siendo objetivo, somos seres que necesitan completarse, pero que, al unísono completan a otros. Siempre he pensado que necesitamos la compañía de otro; individualmente rendimos correctamente, pero en sintonía de otra persona somos más eficaces.

Por eso pienso en piezas perfectamente diseñadas para encajar en un sitio en concreto, dejando de lado cualquier referencia a "ser imperfecto" y defendiendo la idea de "perfecto en otro espacio". Entonces, entendiendo que sí somos perfectos solo necesitamos buscar un hueco en el que encajemos perfectamente y, al mismo tiempo mostrar nuestro vacío para que posibles candidatos puedan rellenarlo.

No somos eternos ni permanecemos estables durante el tiempo, somos fácilmente modificables y fugaces, tu vacío puede ser idéntico al mío hoy, pero mañana puede que me resulte incomprensible. Con esto quiero decir que el transcurso del tiempo origina modificaciones en nuestra forma de completar a otros, no son modificaciones negativas, ni positivas, ni mucho menos conducen a tu perfección; tú ya eres perfecto, pero moldeable.

Hablo de que el tiempo cambiará tus encajes tantas veces como busques un hueco en el que encajar, al mismo tiempo, esos huecos vacíos se irán modificando con el tiempo, dejando unas posibilidades mínimas de encajar en un hueco durante el transcurso de la vida.

Somos piezas perfectas y cambiantes formadas por un hueco fácilmente moldeable, buscando encajar en otros huecos cambiantes y permitiendo el paso a otras piezas moldeables deseando completar nuestro hueco fugaz.

Durante la difícil misión de "encajar" y "ser encajado" pasarán miles de sucesos que desencadenen modificaciones que no deseamos y nos obliguen a empezar de 0, pero no olvides que, incluso sufriendo cambios, sigues siendo perfecto.